Historias Fascinantes de Ciencia Ficción

Por 24/05/2022 Cine & TV
Si ver las noticias en estos tiempos que vivimos te causa tanta ansiedad como a mí, es muy posible que estés buscando historias de escapismo que te permitan mantener la salud mental. ¿Y qué puede estar más lejos de la realidad que la ciencia ficción? Este género se ha convertido en uno de mis refugios durante los últimos años, bien sea en la lectura, la escritura y – ¿por qué no? – como fuente de entretenimiento en el cine y la televisión.
Como uno de los géneros más incomprendidos, tal vez te sorprenda saber que la ciencia ficción no son historias de monstruos que viven dentro de tu armario. La ciencia ficción es un género cuyos contenidos se encuentran basados en supuestos logros científicos o técnicos que podrían lograrse en el futuro. Esta base científica hace que las historias de ciencia ficción se diferencien del género fantástico, donde las situaciones y los personajes son fruto de la imaginación.
La ciencia ficción nació como un subgénero literario de la mano de H.G. Wells y Julio Verne. H.G. Wells fue el autor de clásicos como La máquina del tiempo (1895), La isla del doctor Moreau (1896), El hombre invisible (1897), y La guerra de los mundos (1898).  En sus páginas imaginó viajes en el tiempo, visitas de extraterrestres, y logros de la ingeniería genética, como la invisibilidad.
Por su lado, Julio Verne fue profeta de los submarinos, los trenes de alta velocidad o los aviones, con obras de travesías como Viaje al centro de la tierra (1864),  De la Tierra a la Luna (1865), Veinte mil leguas de viaje submarino (1870), La vuelta al mundo en ochenta días (1872) o La isla misteriosa (1874).
Con la llegada del siglo XX, los logros tecnológicos inspiraron a los autores de ciencia ficción a imaginar computadoras que desarrollan inteligencia propia, mundos amenazados por robots, o personas que viven en la red. Y así, con la llegada del cine, se convirtieron en nuevos clásicos películas como 2001:Odisea del Espacio (1968) de Stanley Kubrick, Blade Runner (1982) de Ridley Scott, o Matrix (1999) de las hermanas Wachowski.

Cinco Historias de Hoy que Vaticinan el Futuro

En esta segunda década del siglo XXI, aún con secuelas de la pandemia del COVID-19 y la explosión de una guerra en el corazón de Europa, la ciencia ficción es más necesaria que nunca. Por eso, en esta entrada, recomiendo algunas historias fascinantes de ciencia ficción que nos hacen soñar con un mejor futuro.
Night Sky. La primera temporada de esta serie original de Amazon, protagonizada por los sublimes Sissy Spacek y J.K.Simmons, usa los elementos de ciencia ficción en un segundo plano, para poner en relieve las relaciones humanas de los personajes. A primera vista, la historia puede parecer simple: una pareja en un pueblo de Illinois descubre un búnker subterráneo que les permite viajar a otro planeta. Pero la historia realmente explora temas tan humanos como la puerta de esperanza que se puede abrir tras la pérdida de un ser querido, el deseo de libertad de la opresión, la búsqueda de una identidad propia, o el amor como fuerza universal. La primera temporada de esta original serie, que se acaba de estrenar en Estados Unidos, deja muchas preguntas abiertas que espero encuentren respuesta en una segunda entrega.

Star Trek: Discovery. Si lo que buscas son espectaculares efectos especiales e historias fantásticas sobre la existencia de otros mundos y seres alienígenas, las cuatro temporadas de Star Trek Discovery serán, sin duda, tu próximo ¨atracón¨ televisivo. Lo mejor es, sin duda, la actriz Sonequa Martin-Green, una heroína que nos puede convencer de las historias más increíbles, llenas de imaginación y de un subidón de adrenalina. Lo peor, aunque seguro que difieren muchos nerds fanáticos de la serie, son las incomprensibles explicaciones que invocan la física o la química cuántica para hacer que una nave espacial salte literalmente en el espacio, o que una persona resucite tras estar suspendido en un mundo paralelo. Si te dejas llevar por la fantasía, la serie es pura diversión. Y además, todas las tramas se sustentan en los valores humanistas de la Confederación de Galaxias Starfleet: la cooperación, la igualdad de todas las especies, y la búsqueda de la paz y la armonía.

Duna. La primera parte de una serie de películas basadas en una novela de 1965 de Frank Herbert se estrenó en 2021, si bien la historia se llevó con fracaso al cine por primera vez en 1984. Esta película, sin embargo, ha ganado seis Oscars en categorías principalmente técnicas, y se destaca por una fotografía y producción absolutamente hipnóticas, bajo la dirección del cineasta canadiense Denis Villeneuve. Se trata de una historia clásica de tiranos y esclavos, en un futuro donde los mundos se rigen por leyes feudales. El joven Paul Atreides, heredero de la Casa Atreides, se traslada junto a su familia al planeta Arrakis, con la misión de explotar la especia melange, la mayor fuerza del universo. A través de la historia de Paul y la interacción con los seres nativos de su nuevo planeta, la novela y película exploran temas como política, religión, ecología, tecnología y emoción humana.

Fundación. Basada en las novelas de Isaac Asimov, esta serie de Apple TV+ tiene varios paralelismos con Duna, donde un imperio cruel reina con mano de hierro en toda la galaxia. Los héroes en esta ocasión son el Doctor Hari Seldon y su discípula Gaal, matemáticos que predicen la caída del imperio y sugieren la creación de la Fundación para preservar los pilares de la civilización hasta la llegada del nuevo imperio. La historia, en este caso, tiene menos que ver con las emociones humanas y más con las grandes fuerzas de la física y las matemáticas que rigen el universo ¿Hasta qué punto podemos cambiar el destino? ¿Somos realmente dueños de nuestro presente? La serie ha incluido a más protagonistas mujeres que estaban ausentes en las historias originales, y empodera a estas heroínas a ser precursoras de los cambios que la historia original deja en manos de la psicología colectiva. ¿Podrá la serie encontrar un mejor balance en esta dicotomía en su segunda temporada? 

Years and Years. No puedo despedirme sin mencionar esta joya, una coproducción de la BBC y HBO. De todas las historias comentadas, es la más antigua, ya que fue producida en 2019. En tan solo seis episodios trepidantes, viajamos desde el presente hacia un futuro distópico, a lo largo de 15 años, con los miembros de una familia de Manchester. La serie es terrorífica por lo plausible del futuro que imagina, una Gran Bretaña y un mundo azotados por la xenofobia, la disrupción tecnológica, las protestas civiles y la inestabilidad política. En este cuento con moraleja, Emma Thompson hace el papel de una política británica inspirada en el perfil de Donald Trump. Sobrecogedora.

¿Y qué mejor forma para cerrar una entrada sobre historias fascinantes de ciencia ficción que con una de las citas más famosas del género? Es la cita del replicante Roy Batty al final de Blade Runner, y que tiene tanto de ciencia ficción como de humanidad. “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: Naves de ataque en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Tiempo de morir.¨

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Historias de la Moda

Por 27/04/2022 Comunicación
A diferencia de otros realities, el programa televisivo Maestros de la Costura es mucho más interesante que una mera competición para premiar al mejor modisto. Muchas de las pruebas del programa se enmarcan en una verdadera lección magistral de la historia de la moda, normalmente impartidas por el carismático diseñador español Lorenzo Caprile. Con desparpajo natural, Caprile recurre a la técnica de contar historias para explicarnos cómo nació la minifalda o el esmoquin, y en el proceso, recordarnos que la moda es una forma de narrativa visual sobre nuestra identidad y los tiempos en que vivimos.
En esta entrada quisiera compartir algunas de esas historias, muchas de ellas curiosas y sorprendentes, que marcaron un antes y un después en nuestros fondos de armario, y además, definieron épocas. Y como en toda buena historia, no nos olvidaremos de sus protagonistas: los modistos que reinventaron patrones, y aquellos transgresores que se atrevieron a vestir esas prendas y a redefinir la historia.

Seis Prendas Icónicas con Historias Curiosas

La minifalda. ¿Sabías que la minifalda fue inspirada por el Mini? Corría 1964 cuando la diseñadora Mary Quant popularizó esta icónica prenda en su tienda del barrio londinense de Chelsea. El diseñador André Courrèges, al mismo tiempo, puso de moda la minifalda en París. Por eso, dicen que las verdaderas creadoras de la prenda fueron las jóvenes feministas de París y Londres, quienes decidieron recortar sus faldas por encima de la rodillas en un acto de transgresión. Y es que la minifalda es una prenda rompedora, que sigue tan vigente desde que Twiggy se la pusiera para Vogue, hasta hoy.
La corbata. El origen de la corbata se remonta a la Guerra de los Treinta Años, en el siglo XVII, cuando las mujeres croatas se despedían de sus novios o esposos jinetes atando un pañuelo rojo a sus cuellos, como un símbolo de amor y fidelidad. Su uso se extendió por Europa, ya que la Guardia Real francesa, que reclutaba a los famosos jinetes croatas bajo la Corte de Luis XIII, quedó entusiasmada por los vistosos pañuelos, de lino para los soldados y de algodón fino o seda para los oficiales. En 1667, Luis XIV comenzó a favorecer en su corte el uso de estos lazos o cravates, frente a los cuellos altos de la época. En su versión moderna fue Georges ¨Beau¨ Brummell, el primer dandi inglés, quien ideó el traje moderno de caballero con anudado al cuello, impulsando la moda de la corbata como signo de distinción a principios del siglo XIX.
El esmoquin femenino. Si bien hoy el esmoquin es una prenda unisex que representa el epítome de la elegancia, esta prenda se creó en el siglo XIX para proteger la ropa de los caballeros ingleses del olor del tabaco. No fue hasta 1930 que la actriz Marlene Dietrich escandalizó al público de la época vistiendo un esmoquin en la película Morocco. En1966 el diseñador Yves Saint Laurent presentó, como parte de su colección, un esmoquin adaptado al cuerpo de la mujer, y esta prenda se convertiría en una prenda fetiche en sus colecciones de los 70 y principios de los 80. Catherine Deneuve, musa de Saint Laurent, fue una de las primeras actrices que lució el esmoquin como símbolo del empoderamiento de la mujer. Desde entonces, el esmoquin femenino sigue siendo todo un símbolo de la equidad de género.
La gabardina. ¿Te imaginabas que la gabardina tiene un origen bélico? La primera versión de esta prenda se remonta a 1823, como una invención del escocés Charles Macintosh. John Emary de la firma británica Aquascutum perfeccionó el modelo en 1851. Sin embargo, la versión que hoy conocemos de esta prenda fue confeccionada por Thomas Burberry. En 1914 Burberry recibió el encargo de crear una prenda impermeable, resistente y cómoda que protegiese a los soldados británicos en la I Guerra Mundial de las inclemencias del clima. Cuando terminó la guerra, Burberry decidió comercializar la prenda, y con la ayuda del cine – ¿se acuerdan de la gabardina de Humphrey Bogart en Casablanca? – se ha convertido en una prenda imprescindible hasta hoy.
El corsé. Si bien la historia del corsé se remonta a hace más de 4 mil años, fue Catalina de Medici quien popularizó el uso del corsé, o corpiño, como prenda interior femenina en el Siglo XVI. Las mujeres de la época se enfundaron el corsé para marcar la cintura y ensalzar el pecho, y así conseguir una deseada silueta de reloj de arena. Fue el mismo Lorenzo Caprile quien sacó el corsé a la calle en la España de los años 90, primero como entalle de vestidos de novia y luego como silueta de muchos vestidos de gala para la realeza. Hoy el corsé se ha convertido en una prenda muy versátil y accesible, que puede vestirse perfectamente para salir a la calle con unos vaqueros.
Me despido con esta maravillosa cita de Virginia Woolf: ¨Aunque pareciera una banalidad, dicen que la ropa tiene otro objetivo más allá de mantenernos cálidos. Cambia nuestra visión del mundo y la visión que tiene el mundo de nosotros.” Espero que la moda siga siendo ese prisma que define momentos de nuestra historia, y que las historias de la moda nos sigan ayudando a contar historias sobre nosotros mismos.

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Tres Técnicas Infalibles para Cerrar una Presentación

Por 12/04/2022 Comunicación
Si te gustan los dibujos animados, seguramente sonreirás al recordar las aventuras de Bugs Bunny, Piolín (Tweety Bird) o el Cerdito Porky, entre muchos de los personajes icónicos de la factoría Warner Brothers. Pero si te preguntara por alguna de las tramas de esos episodios, es muy probable que te quedes en blanco, más allá de recordar la ironía de Bugs, la astucia de Piolín o el tartamudeo de Porky.
Lo que tal vez también recuerdes es algunas de las frases que hicieron inolvidables a estos personajes: Bugs siempre aparecía enfrente de su cazador comiendo una zanahoria y diciendo eso de: “¿Qué hay de nuevo, viejo? (What´s up, doc?) y Piolín lograba ahuyentar el zarpazo del gato Silvestre – y sin despeinarse –   con un inocente: “Me parece que he visto un lindo gatito”.
thats-all-folks-pigLa frase de Porky, sin duda, es la más trascendental. Su tartamudeante “¡Eso es todo Amigos! (That´s all Folks!)  no sólo cerraba los episodios en los que aparecía el cerdito, sino que llegó a convertirse en famoso eslogan de toda la serie Looney Tunes y Merrie Melodies de la Warner, desde 1930 hasta hoy.

No Hay Principio sin Final

¿Te sorprende que una frase de cierre pudiera conferir identidad a todo una serie? Como nos ocurre con la frase de Porky, a veces no reparamos en el impacto que puede tener la frase que pone el punto final a nuestras presentaciones.  Muchos de nosotros ensayamos hasta la saciedad el arranque de nuestras ponencias, pero improvisamos la manera en que concluimos, cuando nuestro público tiene muchas probabilidades de solamente guardar en la memoria tus últimas palabras.
Así, es tan importante memorizar la última frase de una presentación como la primera, y para darte ideas de cómo dejar un buen recuerdo entre el público, quiero compartir contigo tres técnicas infalibles para cerrar una presentación:
Whatupdc1. El Poder de una Cita. Olvídate de terminar tu presentación con una diapositiva que diga “¡Gracias!” o “¿Preguntas?”. Impresiona a tu audiencia y logra crear un momento memorable usando una cita de algún personaje célebre que encapsule el sentido de lo que están contando.
Por ejemplo, si has dado una presentación sobre la importancia de mantenerse motivado en el trabajo, e incluso has explicado algunas técnicas para mantener la pasión y la energía en el ámbito laboral, no sería mala idea cerrar tu presentación con esta cita de Aristóteles:
“La excelencia no es un acto, pero sí un hábito”.
Internet es una buena fuente de citas, ya que numerosas páginas las listan y categorizan en torno a temas. Sin embargo, es recomendable que contrastes varias fuentes ya que, a veces, hay citas que se atribuyen por error a la persona incorrecta.
Merry2. La Llamada a la Acción. Si tu presentación propone cambiar o adoptar un cierto curso de acción, no te asustes de usar el imperativo y concluye tu presentación con una llamada a la acción clara y concisa. Si hay un momento de usar los signos de admiración, es éste; eso sí, asegúrate que tu presentación haya cubierto por qué es importante ese cambio que propones.
Si, por ejemplo, buscas fondos para una buena causa benéfica que has explicado a lo largo de tu presentación, no te amedrentes de concluir con un contundente “Haz tu donación ahora”. Para perfeccionar este cierre, puede ayudarte repasar cómo vender tu idea con un discurso de ascensor.
3. La Moraleja o Conclusión de Una Historia. Otra forma efectiva de terminar una presentación es retomar una historia que usamos al arranque para concluirla reflejando algunos de los puntos levantados a lo largo de la presentación, como si se tratara de cerrar un círculo.
i-tawt-i-taw-a-puddy-tat1Por ejemplo, si estás dando una presentación sobre las ventajas de realizar ejercicio regularmente y comer de manera saludable, puedes iniciar tu presentación mencionando a tu amigo Mario como ejemplo de los peligros asociados con un estilo de vida sedentario ( “En esa época Mario trabajaba 13 horas al día y aplacaba su estrés comiendo pan y dulces. En un año engordó 20 kilos”). A la hora de cerrar, podrías concluir así: “¿Y se acuerdan de mi amigo Mario? En un chequeo médico le diagnosticaron riesgo de diabetes y fue cuando decidió tomar cartas en el asunto. Buscó el consejo de un nutricionista, se puso a dieta y comenzó a hacer ejercicio. No solo perdió peso y sustituyó sus hábitos alimenticios. Mario optó por un nuevo estilo de vida”.  La satisfacción que la audiencia siente al conocer la resolución de una historia, sobre todo si tiene un final feliz, tiene efectos duraderos en nuestra capacidad de recordar.
Espero que estas tres técnicas infalibles te ayuden a cerrar con un toque magistral tu próxima presentación. Y si me preguntas cómo voy  a dar por terminado este artículo, esta vez lo tengo fácil, aunque me falte música de fondo y la cortinilla roja: ¡Eeeeeso es todo, amigos!

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Cuatro Técnicas de Historias que Viajan en el Tiempo

Por 10/02/2022 Cine & TV, Literatura
The Only Story, una novela del escritor británico Julian Barnes, es realmente una recolección de historias que viajan en el tiempo. El narrador es Paul, un hombre que, a los 19 años, inicia un romance con Susan, una mujer casada de casi 50, en la década de los 60 en Londres. Paul nos cuenta la historia desde la perspectiva de la edad adulta; en vez de seguir una narrativa lineal, la historia  se desarrolla como la misma memoria de Paul, a golpe de fragmentos desordenados en el tiempo.
Las historias que no siguen una narrativa lineal son desafiantes para el lector o espectador. Nuestras mentes están acostumbradas a seguir narrativas a lo largo de un arco cronológico lineal, en el que una serie de acontecimientos se concatenan para crear tensión y eventualmente alcanzar un clímax y un desenlace. Es mucho más difícil para nuestro cerebro encontrar sentido en las viñetas que Paul narra sobre su historia de amor con Susan, ya que querrá ordenar cuándo ese romance nació, se consolidó y terminó.
Según un estudio citado por The Atlantic, existe una clara evidencia de que nuestras mentes prefieren las historias de desarrollo lineal. En 2015 un equipo de psicólogos mostró a dos grupos de participantes versiones distintas de la película Bang! You’re Dead de Alfred Hitchcock, una intacta y otra con la trama completamente desordenada.
La película de 23 minutos cuenta la historia de un niño de 5 años que se topa con una pistola y empieza a disparar a diestro y siniestro pensando que la pistola es de juguete. A los dos grupos se les pidió que alzaran la mano cuando oyeran la palabra “pistola” en la película y, de manera predecible, fue el grupo que vio la película de manera desordenada el que obtuvo un mejor desempeño. Las personas que vieron la película intacta quedaron tan prendidos de la historia que a veces se olvidaron del ejercicio.
Entonces, ¿cómo es posible conectar emocionalmente con las historias que no siguen una estructura lineal? Estas cuatro técnicas nos permiten viajar en el tiempo con nuestras historias de manera efectiva:
La Analepsis. La analepsis, normalmente referida como “flashback”, es una técnica narrativa usada en el cine y la literatura para intercalar secuencias del pasado en el desarrollo lineal de una acción, normalmente introducidas como recuerdos de los personajes principales. Ciudadano Kane (1941) es una de las grandes obras del cine en usar esta técnica de forma magistral. La cinta arranca con la muerte del magnate mediático Charles Kane (Orson Wells) y, a través de varios flashbacks a su infancia y ascenso a la fama, nos permite desvelar el significado de “Rosebud”, la última palabra que pronunció antes de morir.
En esta cinta, la analepsis es un recurso que nos permite crear suspense y tensión narrativa hasta revelar el gran misterio detrás de la palabra. En la siguiente secuencia, podemos ver el magistral uso de esta técnica, en un viaje a los días de infancia de Kane:

La Prolepsis. La prolepsis nos da información sobre el futuro desde el presente para obtener un anticipo de los hechos que ocurrirán más tarde. El uso de esta técnica puede realizarse a modo de “flashforward”, como una visión breve del futuro, o como una secuencia más amplia en forma de premonición. En todo caso, la prolepsis requiere mucha destreza narrativa para mantener la atención de la audiencia a lo largo de la historia, ya que desvela al menos parte del desenlace.
Por ejemplo, en la película American Beauty (1999), el personaje principal revela su destino desde los primeros planos: «Tengo 42 años y, en menos de un año, estaré muerto. Por supuesto, todavía no lo sé. Y en cierta manera, ya estoy muerto». A lo largo de la película, descubrimos las razones de su infelicidad y la serie de circunstancias que lo conducirán hasta la muerte.

El Efecto Mariposa. El efecto mariposa realmente no es una técnica narrativa, sino un concepto de la teoría del caos. Esta idea se sostiene en que, si introducimos una pequeña variación al inicio o desarrollo de dos situaciones similares, el desenlace será completamente diferente. Según lo formuló el matemático Edward Norton Lorenz, si partimos de dos mundos casi idénticos, y en uno de ellos hay una mariposa aleteando y en el otro no, a largo plazo las situaciones acabarán siendo muy diferentes: en uno de ellos puede producirse un tornado y en el otro no suceder nada en absoluto.
Una de las películas en mostrar las diferencias en estos mundos paralelos es Corre, Lola, corre (1998), en el que se presenta tres veces un periodo de tiempo de veinte minutos. La acción comienza siempre igual – Lola tira el teléfono al recibir una llamada de socorro de su novio – y sale corriendo de su apartamento, pero cada carrera se desarrolla de manera diferente y con resultados distintos.

En el caso de The Only Story, Paul cuenta su historia de amor con Susan usando la técnica de la analepsis, pero como las escenas retrospectivas no son tan repentinas y cortas como un “flashback”, caen bajo una categoría especial de analepsis que se llama el “racconto”, donde la colección de momentos pasados van progresando lentamente hasta llegar al punto de partida de la historia.
Sea cual sea el viaje que nos plantee una narrativa entre el pasado, el presente y el futuro, cabe recordar que solo conectaremos emocionalmente con la historia cuando seamos capaces de encontrarle un sentido. Lograr esa coherencia no es tarea fácil para el storyteller, que deberá siempre encontrar la dosis correcta de desorden o disrupción, sin sacrificar claridad ni creatividad narrativa.

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Diez Historias que Deber Contar un CEO

Por 03/02/2022 Comunicación
En este blog hemos dedicado mucho espacio a las razones por qué contar historias puede tener un efecto positivo en la venta y productos de una empresa. Ahora, si tú eres un capitán de industria, es posible que te preguntes ¿qué tipo de historias son las más efectivas para el establecimiento de tu marca y tu proyección comercial?  En esta entrada exploraremos las diez historias que debe contar un CEO en sus discursos y presentaciones.
Paul Smith, uno de los expertos a nivel mundial en el campo del storytelling corporativo, entrevistó a más de 250 gerentes de empresa y líderes ejecutivos en 25 países para entender cómo incorporan el arte de contar historias en su trabajo, documentando más de 2000 historias. En su investigación, pronto descubrió que estas historias seguían estos diez patrones narrativos:
1. La Historia de Dónde Venimos. Esta es una de las historias de superación que más gustan contar a los CEOs, como ese momento fundacional cuando una idea se puede transformar en un imperio. Todos hemos escuchado la historia de las grandes empresas tecnológicas que comenzaron su andadura tras las puertas de un garaje, o cómo Steve Jobs se inspiró en una clase de caligrafía para desarrollar el MAC.
2. La Historia de Por Qué Tenemos que Cambiar. Un líder que quiera cambiar la cultura de su empresa o simplemente desee innovar para crecer puede beneficiarse de preparar una historia que justifique la necesidad de un cambio. En este blog contamos la historia de revelación que tuvieron algunos ejecutivos de Coca Cola en los años 70, cuando se dieron cuenta de la necesidad de cambiar la forma en la que se publicitaba la marca, para conseguir una conexión más emocional con la audiencia.
3. La Historia de Hacia Dónde Vamos. Todo líder debe tener una visión que pueda articular en una buena historia, para contagiar a sus equipos y clientes de entusiasmo por la dirección que estará tomando la empresa. Para ser efectivo, este tipo de historias debe ser tan visionario como práctico, donde el futuro se pueda perfilar a través de soluciones o iniciativas posibles, y suele combinarse con el siguiente tipo de historia:
4. La Historía de Cómo Llegaremos hasta Allí. Junto a la visión, es necesario contar una historia que defina la estrategia para alcanzarla. Un ejemplo claro de historia visionaria y estratégica fue el discurso que encumbró a Barack Obama a la Presidencia de EE.UU. ¿Se acuerdan del ¡Sí Podemos!? La visión que inspiró a millones de americanos a votarle en las urnas fue la de un futuro en paz, capaz de superar la amenaza del cambio climático, las armas nucleares, la pobreza, el genocidio o la enfermedad. La estrategia pasaba por conseguir la sanidad asequible y de calidad para todos, de reformar el sistema impositivo que favorece a las corporaciones, y de explorar fuentes de energía alternativa.
5. La Historia de En Qué Creemos. Muchos CEO son conscientes de que los valores de sus empresas son tan importantes como la calidad de sus productos, y cuentan historias sobre los atributos que diferencian a su empresa de otras, tanto en la cultura interna como en la cultura que la empresa quiere proyectar a sus clientes. Los clientes compran productos de empresas con las que se identifican por sus valores. En este blog hemos comentado, por ejemplo, cómo una marca de lujo como Volvo esposa el valor de la seguridad en su cultura, mientras que BMW propone el símbolo de la velocidad y el lujo como atributos de su marca.
6. La Historia de A Quién Servimos. Las historias centradas en el cliente son tal vez las más comunes en las narrativas de los CEO, como una técnica para ejemplarizar y humanizar el impacto del trabajo corporativo. Muchos CEO relatan historias personales de transformación de sus clientes, para poner en relieve su impacto.
7. La Historia de Qué Hacemos por Nuestros Clientes. Los CEO nunca deben de perder de vista la necesidad de atrapar nuevos clientes a través de las historias que cuentan, como complemento a sus esfuerzos de sus equipos de venta. Estas narrativas están repletas de ejemplos de cómo la empresa logra elevar a sus clientes a un nuevo plano, bien sea mejorando su calidad de vida o la de alguna de sus experiencias.
8. La Historia de Cómo Somos Diferentes de la Competencia. Este tipo de historias, que suele ir de la mano de las tres anteriores, podría catalogarse como la última frontera de la mercadotecnia. Las historias de en qué creemos, a quién servimos y qué hacemos por nuestros clientes pueden ser comunes para muchas empresas en un mismo sector, pero ¿por qué nosotros y no ellos? Un CEO debe contar en su repertorio con historias de diferenciación frente a los competidores que ayuden a su posicionamiento estratégico en los mercados.
9. La Historía de Por Qué Lidero Así. Cada CEO puede dotar de impronta personal a sus discursos y presentaciones con historias que expliquen su estilo de liderazgo. Si están bien enfocadas y contadas, este tipo de historias crean un aura de carisma alrededor del CEO que ayudan a sentir respeto y admiración por su manera de gestionar la empresa, pero fácilmente pueden sonar presuntuosas o como un ejercicio de soberbia cuando el orador no logra conectar emocionalmente con sus empleados y clientes.
10. La Historia de Por Qué Deberías Trabajar Aquí. Nadie mejor que un CEO como para contar historias que nos animen a trabajar en la empresa que lidera. Estas historias, enfocadas en esfuerzos de reclutamiento, suelen ilustrar el camino de ascenso del mismo CEO o de otros empleados dentro de la empresa, y exaltar las bondades de la cultura empresarial, de tal manera que sintamos interés por ser parte de ese proyecto.
Las diez historias que debe contar un CEO tienen como denominador común las características del mejor storytelling; son historias que nos sorprenden, emocionan y cautivan. Así, no es de extrañar que los CEO más exitosos no sean solamente buenos gestores, sino también excelentes comunicadores.

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Cómo Dar una Presentación Brillante

Por 28/01/2022 Comunicación
Dar una presentación no es un acto espontáneo ni una situación natural. Por muy relajado que sea el entorno, la situación denota una cierta formalidad. En las presentaciones al estilo TED, por ejemplo, te enfrentarás a tu audiencia de pie, y hablarás sin interrupciones durante un periodo de tiempo para exponer tus ideas y argumentos.
Ante una situación artificial, el reto es aparecer lo más natural y auténtico posible ante tu audiencia. Solo los presentadores que demuestran serenidad y seguridad en sí mismos serán considerados como oradores creíbles y genuinos por el público. Exploremos entonces cómo dar una presentación brillante.

No es Miedo, es Ansiedad

¿Cómo puedes gestionar el pánico escénico como orador? Piensa que la audiencia ha venido a escucharte y quiere saber lo que tienes que decir. Más que tenerle miedo, simplemente tienes que aprender a gestionar tu ansiedad.
La clave para controlar los nervios está en la práctica. El público te percibirá relajado y en control de tu mensaje en la medida que practiques un mínimo de siete veces aquello que vayas a decir. Recuerda que, incluso los oradores más experimentados, siempre practican sus presentaciones.
Otras formas de controlar la ansiedad incluyen realizar técnicas de respiración diafragmática, ejercicio físico o meditación para subir al escenario relajado y concentrado. También es importante llegar al lugar de la presentación al menos media hora antes para facilitarte con el entorno, así como probar todos los equipos con antelación (p. ej. micrófonos, presentación powerpoint) para asegurarte que la tecnología no te juega una mala pasada.

Trucos del Lenguaje Corporal

Ha llegado el día de tu presentación y no sabes qué ponerte. Te recomiendo que te vistas de acuerdo con tu marca y tu audiencia, pero siempre con ropa cómoda, cuidada y planchada. Si vas a dar una presentación a una junta directiva de una multinacional, tendrás que vestirte con ropa más formal que si estás hablando a un grupo de jóvenes emprendedores.
En todos los casos evita los colores estridentes, los estampados, o la joyería que puede distraer y causar ruido al caminar sobre el escenario. En general, no es recomendable usar sedas o vestirse de blanco, que pueden causar reflejos cuando la ponencia es grabada o televisada.
No cruces los brazos o las manos, y también evita meterte las manos a los bolsillos. Y si estás sentado, no cruces las piernas. Todas estas señales corporales te hacen menos accesible a tu público. Si das la presentación de pie, puedes caminar sobre el escenario de manera controlada, de forma que tus movimientos no distraigan a la audiencia.

Domina tu Presencia Escénica

Habla Claro y Despacio y Proyecta la Voz. Cuando das una presentación, es importante que te escuche tanto la persona en la primera como en la última fila. No es cuestión de gritar, sino de modular la voz y de asumir control del espacio. Tu voz también cobrará intensidad si realizas ejercicios de respiración abdominal, es decir, esa respiración profunda que lleve oxígeno a la parte baja de los pulmones. Muchos actores realizan estos ejercicios antes de salir al escenario, no solo para lograr más timbre en la voz, sino también para activar la respuesta de relajación del organismo. Proyectarás mejor la voz y, de paso, controlarás la ansiedad.
Mantén el Contacto Visual. Durante tu charla, el contacto visual con toda tu audiencia es fundamental, así que evita mirar al suelo, hacia el techo o hacia los lados. Si no miras a los ojos de tu público, te percibirán como inseguro, nervioso y poco confiable. Te recomiendo que selecciones tres puntos de mirada al público en la sala – uno a la derecha, uno en el centro, y uno a la izquierda – a quien dirigirte de forma intercalada durante tu presentación.
Desarrolla tu Expresividad.  Puedes estar muy preparado para dar una presentación, pero si tu expresión facial es siempre la misma, o si tu discurso mantiene un tono neutral y sin cadencias, tu público se aburrirá y no te escuchará. Piensa que tu voz, tu rostro y tus manos son herramientas que te pueden ayudar a enfatizar puntos y a crear tensión en los momentos clave de tu discurso.
Aprende la diferencia entre ser expresivo y ser pedante – no gesticules demasiado, pero practica registros faciales distintos para presentarte de manera accesible y convincente. Usa pausas para crear expectación y practica los toques de humor o anécdotas divertidas que darán chispa a tu presentación (tu público no apreciará si intentas ser gracioso y fracasas en el intento). Y no confíes únicamente en tu opinión: cuando practiques tu presentación, hazlo con alguien que te pueda dar consejos sinceros sobre cómo puedes mejorar la expresividad de tu lenguaje verbal y corporal.
Ensaya para ser Creíble. Los buenos presentadores no dejan nada al azar.  A fin de resultar creíbles, pasan horas ensayando; lo que a ojos del público parece natural y espontáneo, ha conllevado horas de preparación y ensayos. De igual manera, cuando das una presentación, tu nivel de seguridad y capacidad de persuasión serán directamente proporcionales al tiempo que dediques a ensayar.  En una presentación, sin embargo, no te aconsejo que memorices palabra por palabra lo que vas a decir, para que tu discurso no suene acartonado.  Ensaya la presentación un mínimo de siete veces, para que suenes natural y genuino. Con la práctica, cubrirás el contenido con más seguridad en ti mismo y evitando muletillas de lenguaje, como “eehh” o “huuumm”.

Consejos para la Apertura y el Cierre

Al comenzar tu presentación, y para no convertirte en un cliché, puedes sustituir el tradicional saludo de “buenos días” o “buenas tardes”, por una pregunta provocadora, una cita de alguien célebre, o contando una buena historia. Estas estrategias te ayudarán a conectar con tu audiencia.
Y antes de concluir tu presentación, piensa si has cubierto todo lo que te habías propuesto al inicio. Para concluir la presentación con éxito, memoriza muy bien la última frase que darás al público. Puede ser una llamada a la acción, una resolución a la anécdota o historia personal que mencionaste al principio, una conclusión que repita tu mensaje principal, o una nueva idea o pregunta que quieras dejar abierta para una futura cita con tu público.
Si sigues estas recomendaciones sobre cómo dar una presentación brillante, es muy probable que tu audiencia te premie con el aplauso.

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Cómo Crear una Buena Entrada de Blog

Por 20/01/2022 Comunicación
Si Charles Darwin hubiera vivido en nuestra época, es probable que hubiera transformado El Viaje del Beagle en un blog, ya que cada entrada de su diario recoge reflexiones, anécdotas y vivencias, algunas basadas en datos y otras en experiencias personales y observaciones, que no necesariamente podemos categorizar como un estudio científico. Es más bien una bitácora de viaje que no incluye citas personales, referencias bibliográficas, comentarios a pie de página o multitud de autores.
Por si aún tienes dudas sobre la verdadera definición de un blog, la Real Academia de la Lengua nos dice que es un sitio web, a modo de diario personal de su autor o autores, que incluye contenidos de su interés, actualizados con frecuencia (un blog se actualiza a través de entradas) y a menudo comentados por sus lectores.

Claves de una Entrada Perfecta

Así, y aunque a veces decimos que vamos a escribir un blog, lo que realmente estamos haciendo es escribir entradas en un blog que deberían de tener una temática común. ¿Y cómo crear una buena entrada de blog? A continuación, te revelo algunas de las claves:
Un blog brinda la posibilidad de compartir contenidos útiles, atractivos y especiales. El objetivo es que el contenido entusiasme, se viralice y la persona o entidad que bloguea pueda interactuar con sus audiencias.
¿Por qué el contenido debe ser útil? Los lectores de blogs aspiran a ampliar su conocimiento, por lo que cuanto más práctica sea la información que compartes, mejor. Triunfan las entradas que ofrecen píldoras informativas, o que explican cómo abordar un problema o poner en práctica una solución. También te recomiendo que perfecciones una forma atractiva de escribir, bien sea porque usas historias o el humor para hacerlo entretenido, o porque usas un lenguaje claro y preciso que atrape al lector desde la primera línea.
Por último, lo que cuentas tiene que ser tan especial, bien sea por lo relevante del contenido o por la manera en que lo cuentas, que te permita sobresalir frente a la competencia. Usa un estilo fresco y entretenido, y busca un balance entre lo emocional y lo analítico, ya que las entradas que combinan datos con historias llegan a compartirse hasta un 30% más.
En cuanto a extensión, te sugiero que tus entradas tengan una extensión de entre 600 y 800 palabras, 1000 como máximo, y que organices tu información en párrafos cortos. El primer o segundo párrafos deben incluir tu tesis o idea principal, y el resto deben desarrollar tus argumentos o puntos de apoyo.

La Guía de WordPress

WordPress, la plataforma que usan la mayoría de los blogs, también ofrece herramientas sobre cómo crear una buena entrada de blog.
Por ejemplo, WordPress da una puntuación sobre la buena legibilidad de tu texto que se llama prueba de legibilidad de Flesch.  La prueba otorga al texto un valor del 1 al 100. Cuanto más elevado sea el resultado, más fácil será comprender la entrada. Para la mayoría de las entradas de blog estándar, el objetivo es un resultado comprendido entre 60 y 70 aproximadamente.
Otras recomendaciones que da WordPress sobre tu texto se expresan con los colores verde, amarillo y rojo de un semáforo, e incluyen desde el número de subtítulos que tu texto debería tener (en promedio, un texto de 1000 palabras debería tener de dos a tres subtítulos o agrupaciones de párrafos), hasta cómo estás usando transiciones, la voz pasiva, la variedad de longitud de frases, etc.
En cuanto al tono de tu entrada, evita críticas y otras connotaciones negativas en tu argumentación que puedan alejar a tu audiencia. Un tono neutral o positivo debe ser la tónica general de tus textos.
En cuanto a la voz, normalmente los blogs corporativos se redactan en tercera persona para dotar al texto de rigor e interés informativo. Dicho esto, no tengas miedo de usar la primera persona en aquellas entradas donde cuentes anécdotas o experiencias personales, ya que el uso de la primera persona creará un efecto de empatía en el lector.
En lo referente al estilo, recuerda escribir para el que ojea, con frases cortas que van al grano. Para que tus entradas aparezcan en las primeras páginas de buscadores con Bing o Google, asegúrate que las dos o tres palabras claves de tu entrada aparecen en el título y se repiten varias veces a lo largo del cuerpo del texto – eso es lo que se llama posicionamiento de tu contenido, a SEO por sus siglas en inglés.
¿Y cómo estructurarás tu entrada? Primero, con una introducción de dos o tres párrafos, donde contarás una historia o brindarás información de contexto antes de enunciar tu tesis. A continuación, darás argumentos de apoyo a tu tesis en tres o cuatro párrafos (¡recuerda de desarrollar solo una idea por párrafo!) y, en el cierre de tu entrada, retomarás la historia que contaste al principio para darle cierre o darás recomendaciones finales. Evita usar el cierre de tus entradas como un resumen de tu entrada; más bien, avanza siempre tus argumentos con consejos prácticos de cómo ponerlos en acción.
Otro consejo de estructura es la de arrancar tu entrada con una observación o historia muy puntual y desarrollar tu texto hacia lo macro con reflexiones útiles y más generalizadas. Si estás usando una historia personal para empezar y terminar tu entrada, viajaríamos de lo micro a lo macro, y de nuevo de vuelta al desenlace o moraleja de lo micro.
Al ser una plataforma virtual, WordPress permite embeber fotos y videos a lo largo de tu texto. El uso de fotos y video aumenta las posibilidades de visita a tu entrada en un 20 y en un 60 por ciento respectivamente. Asegúrate que estos contenidos audiovisuales complementan tu texto sin repetirlo – su uso tiene que tener un valor agregado para humanizar tu texto, no para distraer al lector con información ajena a tu tesis principal.

Y Recuerda ….

En lo referente a datos y estadísticas, por favor sé muy selectivo en su uso. Selecciona solo aquellos que mejor apoyan tu argumento y no inundes tu texto de tantos números que dejen perplejo a tu lector. Combina tus datos con el arte de contar historias que conecten emocionalmente con la audiencia. Y como no puedes usar anotaciones a pie de página, identifica de tres a cinco hiperenlaces en tu texto para aquellos lectores que quieran más información, tanto dentro como fuera de tu blog. Si vas a usar hiperenlaces externos, asegúrate que conduces el click a una fuente de información seria y fidedigna.
¿Qué debes evitar cuando escribas en un blog? Todo lo que se pueda interpretar como una posición política y religiosa, todo tipo de críticas, y el uso de anglicismos o términos técnicos.
Además de los beneficios que un blog puede traer para tu empresa, estás construyendo una marca personal. ¿Y eso qué significa? Que cuanto más bloguees y establezcas una relación cercana con tu audiencia, te convertirás en referente con capacidad de influencia. Sé siempre genuino, fidedigno y, ante todo, diviértete blogueando.

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¿Por Qué te Debe Importar Contar Historias?

Por 17/01/2022 Comunicación
Cada vez son más las empresas y profesionales que están contando historias para establecer su liderazgo, vender productos y definir su marca. Las historias brindan un componente emocional a nuestras presentaciones, y son necesarias para conectar y persuadir a nuestra audiencia, más allá del uso exclusivo de datos.
Entonces, ¿por qué te debe importar contar historias? Las historias que sorprenden, divierten o emocionan a nuestro público tienen hasta tres veces más éxito en atraer clientes y generar ventas.

La ciencia detrás de las historias

Te has puesto a pensar ¿qué ocurre exactamente cuando escuchamos una buena historia? La respuesta es similar a la experiencia de ver explotar fuegos artificiales en un cielo poco estrellado.
Por un lado, cuando escuchamos una presentación cargada principalmente de datos, se activan dos áreas de nuestro cerebro: las áreas de Broca y Wernicke.  Estas son dos zonas de nuestra corteza cerebral involucradas en procesar datos y el lenguaje humano.
Cuando escuchamos una historia, en contraste, nuestro cerebro se ilumina literalmente, poniendo en marcha partes de la corteza frontal, motora y sensorial.
Además, producimos oxitocina, responsable de nuestra sensación de empatía y de nuestra capacidad de experimentar las emociones de los demás, y dopamina, un neurotransmisor que nos permite recordar más y mejor, al ser responsable de marcar una huella más duradera en nuestro cerebro.

¿Cómo usar el relato en tu trabajo?

Así, las empresas y profesionales que cuentan historias logran trascender más allá de la comunicación tradicional en su intento de crear una tribu, una cultura. Son las marcas que introducen tendencias o marcan un estilo de vida, como Nike o Apple. No importa que sus productos no sean los de mejor calidad, solo importa que hayan logrado conquistarnos el corazón con su capacidad de contar historias únicas y originales. Tal vez hayas escuchado el término ¨marketing de contenidos¨, que refleja la capacidad de las empresas de vender a través del storytelling.
La buena noticia es que todos somos contadores naturales de historias. Desde las primeras pinturas rupestres, la humanidad ha usado la palabra y elementos visuales para comunicarse de manera efectiva. ¿Quién no ha leído nunca un cuento o contado alguna vez un chiste?
Si quieres incluir historias en tus presentaciones, te invito a seguir estas recomendaciones:
1.  Identifica historias con impacto. Si quieres poner en valor los productos o servicios que ofreces a través de la historia de algún cliente o tendencia en el mercado, es importante que dediques tiempo a buscar esa perla oculta entre los cientos de historias que pueden haber compartido tus usuarios. Para ello, te aconsejo que entrevistes a aquellos clientes que puedan compartir detalles sorprendentes o inusuales que hacen que su historia sea única y llame la atención.
Por ejemplo, si quisieras contar la historia de un agricultor que se ha formado con los cursos de capacitación que tú ofreces, no te límites a contar la previsible historia del campesino que logró mejorar su cosecha gracias a tu capacitación. Descubre la historia excepcional del agricultor que tal vez pudo hacer frente a una plaga o convertirse en un magnate del maíz, para dar a tu producto ese factor de interés adicional.
2.  Crea tensión narrativa a tu historia. Una vez hayas identificado la historia de ese cliente o caso emblemático, te sugiero que reúnas cuantos más detalles en su camino al éxito como te sea posible para desarrollar una buena historia — qué pasó, cuándo, dónde, cómo y en qué orden.
Como referencia, puedes tener el arco narrativo de una historia, de manera que la información que recolectes te permita contar: 1) el contexto de tu historia; 2) el detonante o premisa dramática que puso en marcha la acción; 3) la serie de acontecimientos concatenados que dan tensión narrativa a tu historia; 4) el clímax o punto álgido de tu narrativa; y por último 5) el desenlace, o ese momento en que la tensión se diluye para cerrar el relato con una moraleja o una solución.
3.  No te olvides de los efectos teatrales. Es tan importante la calidad de tu historia como la manera en que la cuentas.  Te aconsejo que incorpores ideas prestadas del teatro para añadir tensión narrativa a tus historias, como es la cadencia y proyección de la voz, el humor, e incluso la gestión de pausas o las expresiones faciales (un rostro sonriente y relajado) y corporales (usar vestimenta cómoda y sobria). En caso de que estés comunicando tu historia de forma escrita, usa los párrafos, la negrita y las transiciones para magnificar esos golpes de efecto.
4.  ¡Y ponte a practicar! Contar historias tiene mucho menos de ciencia y mucho más de arte y práctica. Hay personas con vocación de narrador de historias, pero la mayoría de nosotros ganamos efectividad como contadores de historias a través del ensayo y el error. Por eso es momento de arremangarse y de empezar a practicar, para ir mejorando nuestra capacidad de contar historias apasionantes. Practica con tu perro, tu pareja o contigo mismo delante de un espejo, y pronto te sentirás mucho más cómodo como narrador de historias.

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El Manual de un Aprendiz de Escritor

Por 17/09/2021 Literatura
Corría el verano de 1987. Estaba a punto de subirme a un avión para comenzar mis estudios universitarios en Estados Unidos cuando mi madre me sorprendió con el regalo más valioso de mi vida. Justo antes de salir hacia el aeropuerto, se despidió de mí con un beso y una tarjeta. La tarjeta contenía un simple mensaje: “espero tener muy pronto a un escritor en casa”.
Ese deseo de mi madre infló mi ánimo y alimentó mis sueños. Mientras estuve en la universidad, escribí algún que otro poema y entradas esporádicas en un diario. Pero pasaron mis 20, y llegaron mis 30, sin haber escrito ninguna pieza sustantiva de ficción.
Durante años fui víctima de la parálisis. Cada vez que me sentaba frente a la pantalla vacía del ordenador, me asaltaba la ansiedad y el miedo al fracaso. Me carcomía la posibilidad de que aquello que fuera a escribir no fuera lo suficiente bueno para interesarle a nadie. Mis amigos me llamaban un escritor frustrado. Cumplí los 40 sin haber escrito ni media cuartilla.
Hoy soy el editor de storyplot, un blog que contiene más de 100 artículos sobre cómo contar historias en medios creativos y corporativos. Además, estoy trabajando en mi primer libro de relatos. Llegó un momento en que algo hizo “click” en mi cabeza y las palabras comenzaron a deslizarse entre las teclas del ordenador. Fue un momento en el que solté el lastre del miedo y logré contagiarme del gusanillo de la escritura.
Si tienes inquietudes literarias y esta historia de ansiedad te resulta familiar, estos cinco consejos podrían ser parte del manual de un aprendiz de escritor.
Ajusta tus expectativas. Todo autor novel sueña con escribir una gran novela o libro de poesía, esa obra trascendental que lo convertirá en un escritor reconocido y premiado. Es bueno tener grandes aspiraciones, pero escribir es un ejercicio que se domina con el tiempo y dando pequeños pasos. Así, cuando te sientes por primera vez a escribir, es importante que te plantees metas realistas y de corto plazo.
Al igual que los bebés balbucean palabras sueltas hasta que aprenden a hablar con oraciones, tú tendrás que escribir textos cortos que te permitan descubrir tu voz como autor antes de acometer proyectos de gran envergadura. Yo, por ejemplo, comencé escribiendo historias de dos páginas, de unas 1,000 palabras, en las que experimenté con varios tonos y estilos narrativos. Puedes escribir desde una historia en la que abunde mucho diálogo, a un cuento en el que uses frases muy cortas. Pero, ante todo, siéntate ante el ordenador sabiendo que tu historia tendrá un principio y un final en el transcurso de una decena de párrafos. Con la práctica, irás desarrollando soltura y tu escritura madurará, como los buenos vinos.
Escribe sobre lo que conoces. Como escritor aprendiz, te resultará mucho más fácil crear historias con un arco narrativo lineal que estén basadas en personas, situaciones o lugares que te son familiares, frente a la creación de historias sobre las cuales no tengas ningún tipo de referencia. Esto no quiere decir que debas escribir de forma completamente literal; puedes crear nuevos personajes a partir de características de varias personas que conozcas, o desenvolver tu trama en una ciudad imaginaria que tenga elementos en común con una ciudad donde viviste. Tu escritura triunfará cuanto más auténtica y vibrante sea para el lector.
Adopta una disciplina. Fue Pablo Picasso quien dijo que no creía en las musas, pero que si alguna vez llegaban a visitarlo, le encontrarían trabajando. Tal vez ñeste sea el consejo más importante del manual de aprendiz de escritor: establece un patrón de trabajo regular – intenta sentarte a escribir siempre en el mismo sitio, los mismos días de la semana y a la misma hora – y tendrás más posibilidades de crear hábito y facilidad de escritura. Si en alguna de estas sentadas no te encuentras inspirado, escribe incluso tus ensoñaciones o pensamientos sueltos; aunque no te lo parezca, estarás practicando y afinando tu aptitud. Como fuente de inspiración, puedes acompañar esta rutina de una bebida favorita o de una música que te ayude a dar rienda suelta a la creatividad.
Entra en contacto con tus emociones. Muchos psicólogos recomiendan la escritura como una forma de terapia, y es que los mejores escritores revelan, a través de sus historias, sus emociones, percepciones e inquietudes más personales. Esto no quiere decir que escribir deba ser una expresión meramente emotiva, pero sí debes proyectar un punto de vista o una perspectiva única, con una voz original. En ficción y poesía, tu escritura fluirá en la medida que te permitas ser vulnerable sobre el papel. De hecho, cuando logras acceder a ese espacio emocional, más fácil te será transformar ideas y pensamientos en palabras.
Sé receptivo a la crítica constructiva. Para cualquier escritor con aspiraciones literarias, la prueba más difícil – y al mismo tiempo necesaria – es compartir la labor realizada en la intimidad con el mundo exterior. Recuerdo la primera vez que alguien leyó uno de mis cuentos en un taller literario: me sentí avergonzado y desprotegido, como si mi relato fuera a mostrarme desnudo y vulnerable frente a mis compañeros. Una vez pasado el bochorno, descubrí lo importante de compartir mi trabajo en un espacio seguro, donde en vez de sentirme herido o atacado, recibí comentarios constructivos y palabras de aliento. Al compartir tu trabajo con un lector de tu confianza, escucharás esa perspectiva externa que reciben los autores consagrados de sus editores, y que te permitirá convertirte en un mejor escritor.
¿Qué te ha parecido este manual de aprendiz de escritor? Al igual que recomiendo a la hora de dar presentaciones, no dejes de practicar, practicar y practicar para elevar tu escritura de nivel. En la medida que no te sientes nunca a escribir una gran novela, sino a plasmar una inquietud, emoción, o sentimiento, lograrás ir abriéndote paso en el mundo literario. Aún así, no es tarea fácil. Escribir es un arte solitario, que te exigirá concentración y constancia. Cuando tus fuerzas flaqueen, recuerda esta cita de Albert Einstein: “la lógica te lleva del punto A al B. La imaginación puede llevarte a todas partes.” Te deseo muchos felices viajes.

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Diez Consejos de Escritores Célebres para Contar Historias

Por 09/09/2021 Literatura
Escribe sobre lo que conoces, edita lo que escribes, y asegúrate que las musas te encuentran trabajando. Recomendaciones cómo éstas suelen impartirse en los talleres de narrativa para escritores nóveles, pero el proceso creativo de crear historias es único y especial para cada uno de nosotros.
La verdad es que hay tantas recomendaciones sobre hábitos de trabajo, fuentes de inspiración, y consejos sobre el tono y la estructura de narrativas como existen escritores. Y como dice la escritora indoamericana Savi Sharma en una de mis citas favoritas: “todos tenemos una historia que contar. Todos somos escritores. Algunas historias están escritas en libros, y otras están confinadas a nuestros corazones.”
En esta entrada, he seleccionado diez consejos de escritores célebres para contar historias que a mí, particularmente, me han servido de guía.
Lee para escribir. Para muchos escritores, no hay mejor escuela para la creación narrativa que la de la lectura asidua desde una temprana edad. William Faulkner, por ejemplo, decía: ¨lee, lee, lee de todo: basura, clásicos, buenos y malos, y fíjate cómo lo hacen. Como un carpintero que trabaja como aprendiz y estudia al maestro. ¡Lee! Lo absorberás. A continuación, escribe. Si es bueno, lo descubrirás. Si no es así, tíralo por la ventana ¨. Stephen King nos da la cita más rotunda: ¨si no tienes tiempo para leer, no tienes ni el tiempo ni las herramientas para escribir. Tan simple como eso¨.
Escribe una página por día. Escritores como Jeffrey Eugenides coinciden en que las mejores historias se escriben al ritmo de una página por día, alrededor de 800 palabras. Sobre todo en el caso de novelas, muchos escritores se angustian por completar aceleradamente 400 páginas, y la calidad de lo que escriben suele deteriorarse con la prisa.
Sé verdadero. Incluso para los escritores que inventan historias de ciencia ficción, el trasfondo de una buena historia siempre es el de contar la verdad; en este sentido, las mejores historias siempre esconden arquetipos universales como pueden ser la sed de venganza, la búsqueda del amor, o el miedo a la soledad. La escritora Zadie Smith lo expresa de esta manera: ¨diga la verdad a través del velo que tenga a mano, pero dígala. Resígnese a una tristeza de por vida que proviene de no estar nunca satisfecho¨. Gabriel García Márquez también nos lo dice así de claro:  ¨un escritor puede escribir lo que le de la gana siempre que sea capaz de hacerlo creer¨.
Mantén la simplicidad. Las mejores historias se narran con un lenguaje conciso y directo. Leonardo da Vinci decía que ¨la simplicidad es la última sofisticación¨ y Albert Einstein nos recuerda que “si no se lo puedes explicar a un niño de seis años, no lo puedes comprender tú mismo”. Así, por ejemplo, sigue el consejo de George Orwell de ¨nunca usar una palabra larga cuando una corta dice lo mismo¨. Cuanto más enrevesado sea nuestro vocabulario y más andamiaje requieran nuestras frases, sonaremos más pretenciosos y seremos menos efectivos como contadores de historias¨.
Reinventa la noción del tiempo. Si te has fijado, la mayoría de las historias no tienen muchas referencias al tiempo preciso en el que transcurren. Algunas historias aluden al momento de la acción cuando realmente es crítico para entender la historia, pero incluso en esos casos las alusiones suelen ser al año de la acción, y no a los meses o días precisos en los que ocurre la trama. Mario Vargas Llosa lo explica así: ¨el de las novelas es un tiempo construido a partir del tiempo psicológico, no del cronológico, un tiempo subjetivo al que la artesanía del novelista da apariencia de objetividad, consiguiendo de este modo que su novela tome distancia y se diferencie del mundo real¨.
Ama la historia y los personajes. Para la mayoría de los escritores, el arte de contar historias es un acto de amor. El escritor israelí Etgar Keret resalta la importancia de amar nuestros personajes: ¨para que un personaje sea real, ha de haber al menos una persona en este mundo capaz de amarlo y entenderlo, tanto si le gusta el personaje como si no. Tú eres la madre y el padre de los personajes que creas. Si no los amas, nadie lo hará.¨ Susan Sontag, una de mis escritoras favoritas, nos habla de un amor a dos niveles. Primero, con el mismo oficio de contar historias: ¨ama las palabras, agoniza sobre las frases. Y presta atención al mundo¨. Y en un segundo plano, con la historia misma: ¨un gran escritor de ficción crea, a través de actos de la imaginación, de lenguaje que se siente inevitable, o de forma vívida, un mundo nuevo, un mundo que es único e individual¨.
Avanza con cada frase. Kurt Vonnegut, un prolífico autor que escribió más de 14 novelas y cinco obras de teatro durante 50 años, brinda uno de los más sabios consejos: “cada frase debe hacer una de estas dos cosas: revelarnos a los personajes o avanzar la acción.” Edgar Allan Poe añade una tercera dimensión que es la de generar un estado de ánimo, como preámbulo o contexto a muchas de las acciones de nuestras tramas. No pierdas el tiempo divagando o rellenando tus historias de descripciones interminables cuyo valor es de poca transcendencia a tu relato.
Lee en alto los diálogos. Escribir diálogos en historias es siempre uno de los mayores desafíos para cualquier escritor. ¿Cómo lograr que las conversaciones de nuestros personajes suenen naturales y auténticas? John Steinbeck, el gran autor de la Depresión norteamericana, tiene la más sencilla de las recomendaciones: ¨si estás usando diálogo, leélo en alto según lo estás escribiendo. Solo así sonará realista.“  Elmore Leonard incluso llegó a decir de toda historia: ¨si suena demasiado a escrita, la rescribo¨.
Confía en el lector. Uno de los peores errores que puede cometer un escritor es el de insultar la inteligencia del lector al asumir que es necesario explicarlo todo. Por ejemplo, C.S. Lewis nos recomienda austeridad con los adjetivos: ¨no utilices adjetivos que simplemente nos digan cómo quieres que nos sintamos acerca de lo que estás describiendo. Quiero decir, en lugar de decirnos que algo fue «terrible», descríbelo para que nos aterroricemos. No digas que fue «encantador», haznos decir «encantador» cuando hayamos leído la descripción. Todas esas palabras (terrible, encantador, horrible, maravilloso) son solo como decirles a sus lectores: «por favor, hagan mi trabajo por mí». Esther Freud lo resume así: ¨confía en tu lector. No es necesario explicarlo todo. Si realmente sabes algo y le das vida, ellos también lo sabrán¨.
Engancha con tu final. Una de las mejoras estrategias para crear suspense y tensión narrativa es la de cuidar los finales de los capítulos de una novela, en historias de larga duración, para que el lector sienta intriga, y siga leyendo hasta el final. En historias cortas, la última frase debería estar tan clara como la frase de arranque. Escritores como Charles Dickens, que durante años publicaron historias por entregas como secciones habituales en periódicos, son maestros de esta técnica.
Son innumerables las recomendaciones que podría proponer, pero esta decena de consejos forman, desde mi perspectiva, lo que podría considerarse como los diez mandamientos para todo contador de historias. No olvides que no hay mejor escuela que la práctica, y que, como decía Ernest Hemingway: “no hay nada de especial en escribir. Todo lo que haces es sentarte frente a la máquina de escribir y desangrarte”.

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