¿Quiénes son los oradores más carismáticos? ¿Y qué hace que sus presentaciones sean memorables?
En esta nueva entrada de la serie Contadores de Historias, nos despedimos de Barack Obama como Presidente de EE.UU. analizando uno de sus discursos más célebres. Fue en New Hampshire, durante las elecciones primarias de 2008, cuando Obama pronunció por primera vez el famoso eslogan Yes We Can (Sí Podemos) que definió su campaña y logró inspirar a toda una nación.
El discurso tiene muchos puntos en común con el épico “I Have a Dream” (Tengo Un Sueño) de Martin Luther King. Obama supo conquistar al público usando la entonación y cadencia características de los sermones de la Iglesia Bautista. Pero son el contenido y la estructura de su discurso, que sigue la secuencia motivada de Monroe, lo que lo convierte en uno de los más celebrados de la historia. Analicemos cada uno de los cinco segmentos del discurso de Obama:
Atención. Barak Obama logra retener nuestra atención en los primeros 40 segundos de su discurso pronunciando la inquietante frase:
Con sus voces y sus votos, ustedes han dejado claro que en este momento, en esta elección, algo está pasando en América¨
La audiencia siente que es un momento crítico en la historia del país, y queda intrigada por escuchar más del orador. De hecho, Obama repetirá hasta tres veces más ese “algo está pasando” y usará ese recurso como detonante o punto de inflexión del discurso.
Problema. El discurso gana tensión cuando Obama explica que el país está expresando la necesidad de un cambio a través de su participación masiva en las urnas. En particular, Obama se refiere a las minorías que se sienten relegadas y que desean que el país asuma un nuevo rumbo y sea más inclusivo que en la era Bush. Las palabras de Obama inspiran por su enfoque positivo, pero también encierran el mensaje subliminal de que las decisiones han estado en manos de unos pocos privilegiados.
Solución. En esta parte central del discurso, Obama explica los cambios que puede ejercer la “nueva mayoría”. Entre otras medidas, Obama menciona la necesidad de proveer sanidad asequible y de calidad para todos, de reformar el sistema impositivo que favorece a las corporaciones, y de explorar fuentes de energía alternativa.
Visualización. Al mismo tiempo que ofrece las soluciones, Obama visualiza un futuro mejor para el país. Sus palabras dibujan un futuro en paz, capaz de superar la amenaza del cambio climático y las armas nucleares, la pobreza, el genocidio o la enfermedad. El discurso de Obama es, en este punto, cada vez más expansivo e inspirador.
Llamada a la Acción. Pero tal vez el segmento más poderoso del discurso sea el último, cuando Obama explica que esta visión será solo posible si todos los estadounidenses ponen de su parte y se unen al esfuerzo. Obama menciona hasta trece veces su credo: “Yes we can”, y su discurso alcanza un clímax que el público agradece con la ilusión y el aplauso. Sus palabras son tan grandilocuentes que, como colofón, hacen referencia a la letra del himno de Estados Unidos:
Y juntos empezaremos el próximo gran capítulo en la historia de América, con tres palabras que sonarán de costa a costa, de mar a mar: sí podemos.
La efectividad de este conmovedor discurso, y del movimiento que originó, se reflejó en las urnas. El 4 de noviembre de 2008, Barack Obama se convirtió en el 44º presidente de los Estados Unidos. Obtuvo casi 10 millones más de votos que su rival republicano John McCain, alzándose ganador en 28 estados (frente a los 22 de McCain). Su famoso “Yes we can” lo llevó al poder con un decisivo tirón popular y mediático. Y Estados Unidos eligió un presidente afroamericano por primera vez en su historia. Ahora, cuando concluya su segundo y último mandato, será la historia quien también examine su legado.
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