Ya lo vaticinábamos a principio de año: la realidad virtual ha venido para quedarse, y está transformando la manera en que contamos historias en los ámbitos del periodismo, el arte, o la publicidad.
La reciente edición de Cannes Lions, el festival que aglutina las mentes más creativas del mundo de la publicidad, confirmó que la realidad virtual ya no es ciencia ficción, sino una tecnología viable y revolucionaria en creación de nuevos contenidos para las empresas.
Si eres escéptico y crees que se trata de una moda pasajera, basta con echar un vistazo a las cifras. Según un informe reciente de Digi-Capital, las inversiones en realidad virtual batieron records en los dos primeros meses del año, sobrepasando la barrera de los 1,000 millones de dólares frente a los 700 millones que la industria representó en 2015. De seguir a este ritmo, la industria que se originó en el mundo del videojuego podría representar un mercado de 120,000 millones de dólares en 2020.
¿Pero en qué consiste este invento? Si aún no estás familiarizado con el término, la realidad virtual te permite vivir experiencias sin realmente estar inmerso en ellas, gracias a nuevas tecnologías que recrean situaciones en tres dimensiones y con un ángulo de visión de 360 grados. Para experimentar esta sensación de realidad, existen dispositivos especiales – desde gafas de cartón en las que se insertas tu teléfono para ver vídeos desde una aplicación móvil, a gafas de última generación, como las Oculus Rift, que crean ilusiones tan vívidas que son capaces de tele-transportarnos a otro mundo.
Pero mejor comprobémoslo con algunas de las campañas ganadoras de Lions, que nos descifran las claves que permiten a la realidad virtual elevar el marketing de contenidos de las empresas a una nueva dimensión.
1. Ser protagonista de la historia. Paradójicamente, un periódico con más de 150 años de historia se alzó en Cannes como vencedor de las experiencias virtuales: el departamento de realidad virtual del New York Times triunfó con The Displaced, un documental producido es asociación con Within sobre la experiencia de tres niños desplazados por la guerra en Sudán, Ucrania y Líbano. El espectador logra meterse en la piel de estos niños y, guiado por sus narrativas, vive la experiencia de emigrar en primera persona, con la ayuda de un ángulo de visión de 360 grados. Así, el New York Times ha logrado posicionarse como una institución pionera en abordar nuevos formatos narrativos, sin abandonar los cimientos del buen periodismo.
The Guardian fue otro periódico en mostrar sus incursiones en realidad virtual de una manera más efectista. Su experiencia virtual sobre el confinamiento solitario se apoya en aplicaciones gráficas y testimonios de prisioneros que logran recrear las sensaciones de claustrofobia, miedo y desesperanza de este tipo de encarcelamiento.
2. Dar rienda suelta a la imaginación. ¿Sabías que hay una nueva manera de apreciar el arte? El Museo Dalí de San Petersburgo, en Florida, inauguró una exposición reciente con Dreams of Dalí (Sueños de Dalí) un paseo animado dentro de la pintura titulada Reminiscencia Arqueológica del ‘Angelus’ de Millet. Dicen que Salvador Dalí pintó esta obra surrealista entre 1933 y 1935, dada su fascinación por la pintura de Jean-François Millet que colgaba en una pared de su colegio. Dalí transformó la pareja de campesinos de Millet en ruinas antiguas, esculturas gigantescas en un árido paisaje iluminado por la luna. La experiencia virtual, envuelta en una excelente banda sonora, es simplemente mágica.
3. Aprender de forma interactiva. Mi experiencia virtual favorita de este año en Cannes fue, sin duda, la de Lockheed Martin. Unos niños suben a un autobús escolar para ir de excursión, sin imaginarse que el viaje será, ni más ni menos, que … ¡a Marte! Las ventanas del autobús son realmente pantallas que proyectan imágenes de la superficie del planeta rojo, que se mueven a la misma velocidad que se mueve el autobús. El efecto final es el de un verdadero paseo espacial por Marte. Esta campaña demuestra no solo el liderazgo de Lockheed Martin en la exploración espacial, sino también su apuesta por una educación experimental e interactiva que fomente el estudio de la ingenieria, sobre todo entre las niñas. Y para los más visionarios, dibuja un futuro de realidad virtual en vehículos en movimiento sin la necesidad de usar gafas.
Con la realidad virtual, las marcas ya no solo cuentan historias que podemos procesar con nuestras mentes, sino narrativas que involucran respuestas de todos los sentidos y de nuestros propios cuerpos. Son experiencias más evocativas e intensas, cercanas y envolventes. El futuro de la realidad virtual lo están forjando compañías como Apple y Google, que están adquiriendo compañías y desarrollando patentes para productos que aún no han visto la luz, o Samsung, que recientemente anunció la creación de un estudio de cine dedicado a exclusivamente a la realidad virtual. Un futuro que ya está aquí, impulsando el poder redentor de la historias.
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