A veces, la realidad supera a la ficción, como en El Caso Asunta y Bebé Reno, dos series de éxito basadas en acontecimientos reales. Lo inusitado de sus tramas y la complejidad psicológica de los personajes han conquistado a las audiencias de todo el mundo, subrayando las ventajas narrativas de ficcionalizar la realidad.
De hecho, la mayoría de los creadores de historias se inspiran en personas y situaciones reales para crear narrativas en la ficción. Tal vez hayas oído el consejo que se da a los escritores noveles de ¨escribir sobre lo que conoces¨, porque siempre se sentirán más auténticas las narrativas que hayas vivido, bien sea por los detalles que des en las descripciones de una escena, o en la profunda dimensión con la que esboces tus personajes.
No siempre es obvio identificar esos momentos con potencial narrativo, pero en general son aquellos en los que algo ocurrió y ganamos una nueva perspectiva sobre alguien o sobre nosotros mismos. También son momentos que nos conducen a aprender algo nuevo y que marcaron, o incluso cambiaron, el curso de nuestras vidas.
Momentos que Originan Historias
Entonces, ¿cómo podemos recordar esos momentos con potencial narrativo? Para identificarlos, el número de preguntas que podemos plantearnos es tan infinito como el número de historias que hemos vivido, pero en general son momentos de visión, superación, elevación o conexión:
¿Cuándo cambió algo en lo que creías?
¿En qué momento todo ganó claridad y enfoque?
¿Cuándo te diste cuenta de algo importante?
¿Cuándo sentiste una emoción fuera de lo habitual?
¿Cuándo ocurrió algo que te impactó?
¿Cuándo lograste hacer algo que nunca pensaste que lograrías?
¿Cuándo cambió tu relación con alguien?
¿Cuándo se reveló un secreto?
¿Cuándo tuviste que tomar una decisión difícil?
¿Cuándo hiciste algo excitante por primera vez y qué pasó?
Como un excelente ejemplo te invito a ver esta presentación al estilo TED de Ric Elias. Ric Elias tenía un asiento en primera fila en el avión que hizo un aterrizaje forzoso en el río Hudson en Nueva York en enero de 2009. Esta situación extrema, de la cual sobrevivió, le proporcionó la perspectiva de realizar algunos cambios importantes en su vida.
Es importante resaltar que no todas las historias tienen que ser de naturaleza épica, y pueden arrancar con situaciones tan mundanas como tener una cita con el dentista o marcar un número de teléfono erróneo. En todo caso, las historias suceden cuando las expectativas se encuentran con la realidad, y en ese desencuentro surge el aprendizaje, el descubrimiento o el cambio.
El Peso de las Decisiones
Las buenas narrativas tienen origen en esos momentos de cambio, pero son las decisiones que tomamos las que realmente dan forma a tus historias.
George Dawens Green, fundador de la organización de contadores de historias The Moth, lo expresa así:
Cada buena historia, estoy seguro, depende de una decisión. A veces habrá muchas decisiones a lo largo de una narrativa: retrocesos, dobleces, desviaciones, decisiones tomadas por otros personajes, tus respuestas a esas decisiones. Pero siempre, en el núcleo de la historia, habrá una decisión clave. En las historias más poderosas, la decisión será difícil. (…) Los buenos narradores pronto aprenden que lo que sucedió es de menos importancia: tu audiencia realmente quiere saber qué decidiste hacer sobre lo que sucedió.
Por ejemplo, en Bebé Reno, un hombre que se siente acosado por una mujer que le envía cientos de correos electrónicos cada día decide, inexplicablemente, aceptar su petición de amistad en Facebook. ¿Por qué una persona acosada tomaría una decisión así?
Es necesario ver el resto de la serie para entender la compleja psicología de este hombre, y las razones por las que cualquier situación puede tener muchas aristas. Lo previsible es que una persona acosada vaya inmediatamente a la policía y busque apartarse de la persona que lo acosa. Pero lo que hace esta historia interesante, como la vida misma, es que no siempre tomamos las decisiones más previsibles.
Personajes tan Humanos como Creíbles
No voy a desvelar aquí las razones por las que el protagonista de Bebé Reno se siente a la vez acosado y atraído hacia su acosadora, pero lo imprevisible de esta dualidad hace que la historia sea más interesante y gane en tensión narrativa.
Las personas no somos máquinas, y lejos de categorizarnos como ¨malas¨ o ¨buenas¨, somos seres que se mueven en un espectro, mucho más gris, condicionado por circunstancias, experiencias. personas y situaciones. Así, los personajes que más se parecen a nuestra humanidad son los caracteres más fascinantes en nuestras historias.
En particular, los momentos en que nos equivocamos, nos avergonzamos, o actuamos mal pueden ser nuestra oportunidad de aprender y crecer. Mike Birbiglia, uno de los anfitriones y contadores de historias de The Moth, lo expresa así:
Lo que he descubierto a lo largo de los años es que sabes que estás en el camino correcto para encontrar una historia si te hace sentir muy incómodo contarla. Si quieres renunciar de ella en muchas etapas, sabes que estás yendo en la dirección correcta.
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