Cómo Dar una Presentación Brillante
Por José Luis Lobera • 28/01/2022 • Comunicación
Dar una presentación no es un acto espontáneo ni una situación natural. Por muy relajado que sea el entorno, la situación denota una cierta formalidad. En las presentaciones al estilo TED, por ejemplo, te enfrentarás a tu audiencia de pie, y hablarás sin interrupciones durante un periodo de tiempo para exponer tus ideas y argumentos.
Ante una situación artificial, el reto es aparecer lo más natural y auténtico posible ante tu audiencia. Solo los presentadores que demuestran serenidad y seguridad en sí mismos serán considerados como oradores creíbles y genuinos por el público. Exploremos entonces cómo dar una presentación brillante.
No es Miedo, es Ansiedad
¿Cómo puedes gestionar el pánico escénico como orador? Piensa que la audiencia ha venido a escucharte y quiere saber lo que tienes que decir. Más que tenerle miedo, simplemente tienes que aprender a gestionar tu ansiedad.
La clave para controlar los nervios está en la práctica. El público te percibirá relajado y en control de tu mensaje en la medida que practiques un mínimo de siete veces aquello que vayas a decir. Recuerda que, incluso los oradores más experimentados, siempre practican sus presentaciones.
Otras formas de controlar la ansiedad incluyen realizar técnicas de respiración diafragmática, ejercicio físico o meditación para subir al escenario relajado y concentrado. También es importante llegar al lugar de la presentación al menos media hora antes para facilitarte con el entorno, así como probar todos los equipos con antelación (p. ej. micrófonos, presentación powerpoint) para asegurarte que la tecnología no te juega una mala pasada.
Trucos del Lenguaje Corporal
Ha llegado el día de tu presentación y no sabes qué ponerte. Te recomiendo que te vistas de acuerdo con tu marca y tu audiencia, pero siempre con ropa cómoda, cuidada y planchada. Si vas a dar una presentación a una junta directiva de una multinacional, tendrás que vestirte con ropa más formal que si estás hablando a un grupo de jóvenes emprendedores.
En todos los casos evita los colores estridentes, los estampados, o la joyería que puede distraer y causar ruido al caminar sobre el escenario. En general, no es recomendable usar sedas o vestirse de blanco, que pueden causar reflejos cuando la ponencia es grabada o televisada.
No cruces los brazos o las manos, y también evita meterte las manos a los bolsillos. Y si estás sentado, no cruces las piernas. Todas estas señales corporales te hacen menos accesible a tu público. Si das la presentación de pie, puedes caminar sobre el escenario de manera controlada, de forma que tus movimientos no distraigan a la audiencia.
Domina tu Presencia Escénica
Habla Claro y Despacio y Proyecta la Voz. Cuando das una presentación, es importante que te escuche tanto la persona en la primera como en la última fila. No es cuestión de gritar, sino de modular la voz y de asumir control del espacio. Tu voz también cobrará intensidad si realizas ejercicios de respiración abdominal, es decir, esa respiración profunda que lleve oxígeno a la parte baja de los pulmones. Muchos actores realizan estos ejercicios antes de salir al escenario, no solo para lograr más timbre en la voz, sino también para activar la respuesta de relajación del organismo. Proyectarás mejor la voz y, de paso, controlarás la ansiedad.
Mantén el Contacto Visual. Durante tu charla, el contacto visual con toda tu audiencia es fundamental, así que evita mirar al suelo, hacia el techo o hacia los lados. Si no miras a los ojos de tu público, te percibirán como inseguro, nervioso y poco confiable. Te recomiendo que selecciones tres puntos de mirada al público en la sala – uno a la derecha, uno en el centro, y uno a la izquierda – a quien dirigirte de forma intercalada durante tu presentación.
Desarrolla tu Expresividad. Puedes estar muy preparado para dar una presentación, pero si tu expresión facial es siempre la misma, o si tu discurso mantiene un tono neutral y sin cadencias, tu público se aburrirá y no te escuchará. Piensa que tu voz, tu rostro y tus manos son herramientas que te pueden ayudar a enfatizar puntos y a crear tensión en los momentos clave de tu discurso.
Aprende la diferencia entre ser expresivo y ser pedante – no gesticules demasiado, pero practica registros faciales distintos para presentarte de manera accesible y convincente. Usa pausas para crear expectación y practica los toques de humor o anécdotas divertidas que darán chispa a tu presentación (tu público no apreciará si intentas ser gracioso y fracasas en el intento). Y no confíes únicamente en tu opinión: cuando practiques tu presentación, hazlo con alguien que te pueda dar consejos sinceros sobre cómo puedes mejorar la expresividad de tu lenguaje verbal y corporal.
Ensaya para ser Creíble. Los buenos presentadores no dejan nada al azar. A fin de resultar creíbles, pasan horas ensayando; lo que a ojos del público parece natural y espontáneo, ha conllevado horas de preparación y ensayos. De igual manera, cuando das una presentación, tu nivel de seguridad y capacidad de persuasión serán directamente proporcionales al tiempo que dediques a ensayar. En una presentación, sin embargo, no te aconsejo que memorices palabra por palabra lo que vas a decir, para que tu discurso no suene acartonado. Ensaya la presentación un mínimo de siete veces, para que suenes natural y genuino. Con la práctica, cubrirás el contenido con más seguridad en ti mismo y evitando muletillas de lenguaje, como “eehh” o “huuumm”.
Consejos para la Apertura y el Cierre
Al comenzar tu presentación, y para no convertirte en un cliché, puedes sustituir el tradicional saludo de “buenos días” o “buenas tardes”, por una pregunta provocadora, una cita de alguien célebre, o contando una buena historia. Estas estrategias te ayudarán a conectar con tu audiencia.
Y antes de concluir tu presentación, piensa si has cubierto todo lo que te habías propuesto al inicio. Para concluir la presentación con éxito, memoriza muy bien la última frase que darás al público. Puede ser una llamada a la acción, una resolución a la anécdota o historia personal que mencionaste al principio, una conclusión que repita tu mensaje principal, o una nueva idea o pregunta que quieras dejar abierta para una futura cita con tu público.
Si sigues estas recomendaciones sobre cómo dar una presentación brillante, es muy probable que tu audiencia te premie con el aplauso.
6 Comentarios
Excelente texto con recomendaciones breves, reales y de practicidad inmediata, su marco teórico invita a seguir buscando tan valiosos consejos.
Muchas gracias. Espero que siga disfrutando de nuestros contenidos.
Buen consejo .. lo voy s poner en práctica
Me alegro que le hayan gustado, Daniel. ¡Suerte y mucha práctica con su próxima presentación!
Bueno
Muchas gracias Hugo, nos alegra que le haya gustado nuestro artículo.