En Estados Unidos ha conmocionado la edición de Folklore, la nueva colección de canciones de Taylor Swift, una de las reinas del pop norteamericano. Con este álbum, producido durante los meses de confinamiento, Swift regresa a sus raíces con una colección de baladas intimistas e impregnadas de decepciones sentimentales y nostalgia. Al igual que hicieran Lady Gaga con Joanne o Lana del Rey con Norman Fucking Rockwell!, Folklore es más que un álbum de canciones. Son las historias de un nuevo sueño americano que tan fácilmente se hace realidad como puede desvanecerse. Y, más allá de un título discográfico, realmente son las canciones de un nuevo folclore.
Así, por ejemplo, en The Last Great American Dynasty, Swift nos cuenta la historia de Rebekah, una mujer divorciada de clase media de St Louis, que se casa con Bill, un magnate del petróleo de Rhode Island. Cuando Bill muere de un ataque al corazón, la ciudad culpa a Rebekah de haber arruinado una de las dinastías de más renombre en Estados Unidos. En respuesta a las críticas, Rebekah se rebela y malgasta el dinero de la fortuna de Bill en grandes lujos y fiestas.
Swift, que en la canción dice haber comprado 50 años después la casa en la que Rebekah y Bill vivieron juntos, se identifica con Rebekah por compartir orígenes humildes antes del ascenso a la fama, y critica la hipocresía de la clase alta anglosajona y protestante.
La letra de la canción tiene ecos de algunas de las historias más emblemáticas de la literatura y cine norteamericano, como por ejemplo El Gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald o Al Este del Edén de John Steinbeck. Es como si, en tiempos de crisis, muchos cantautores hubieran decidido volver a contar esas historias tan universales como afines a la identidad personalque se han transmitido de generación en generación. En el imaginario de Swift, estas historias de lo que pudo ser y nunca se materializó habitan en la piel de adolescentes, en los pasillos de los institutos, y en las gradas de los campos de fútbol americano. Son pequeñas historias que, con el paso del tiempo, se convierten en el ADN de la identidad colectiva.
The Chicks también han regresado a la escena musical estadounidense con Gaslighter, un álbum repleto de historias que ha conquistado a la crítica. Tras 14 años de ausencia de los escenarios, este trío de mujeres de la música pop-country vuelve con un nuevo nombre (las recordarás como The Dixie Chicks) y temas como Sleep at Night, en los que denuncian la infidelidad de las que ellas mismas fueron víctimas en sus matrimonios. El estribillo no podría ser más reivindicativo: ¿Como puedes dormir de noche? ¿Cómo dices esas mentiras? Mirándome a los ojos, viviendo una doble vida. Dime, ¿cómo puedes dormir de noche?
Canciones de un Nuevo Folclore en Español
En español, figuras emergentes como la venezolana Nella Rojaso la argentina Delfina Cheb han publicado canciones de un nuevo folclore, con identidad propia. Casa Limón, el sello del productor y compositor Javier Limón, está detrás de los espectaculares primeros trabajos de las dos cantantes.
Nella, una venezolana de Isla Margarita que se graduó de Berklee College of Music, ganó el año pasado el premio a la mejor nueva artista en los Grammy latinos. Su álbum, que mezcla aires flamencos con ritmos latinoamericanos, cuenta bellas historias como la de El Fin de Fiesta, en la que un cantaor de flamenco decide dejar de cantar tras enamorarse de una mujer que ve entre sombras, y con la que se reencontrará años después.
Las Doce milongas de amor y un tango desesperado de Delfina Cheb nos teletransportan a tierra de gauchos donde las palmas que acompañan al flamenco también pueden adornar los acordes de un bandoneón. Cheb, quien también estudió en Berklee, tiene una voz única y madura para sus 21 años. Las milongas de su álbum son características del folclore rioplatense, autóctono de Argentina, Uruguay y el sur de Brasil. En la Milonga del Más Allá, por ejemplo, Delfina nos cuenta la desgarradora historia de una mujer, que tras dejar atrás a un gran amor, se da cuenta de que lo ha perdido todo y es imposible volver atrás.
El año pasado, la cantautora puertorriqueña Kany García presentó Contra El Viento, un álbum inspirado en las historias de mujeres que representan el espíritu de lucha y superación. El álbum, que está ilustrado por cuadros del cantautor español Joaquín Sabrina, funciona como una novela, y entre las canciones se escuchan testimonios de mujeres como Thalía, Sofía Vergara y la misma madre de García. Por ejemplo, la canción Remamos, interpretada junto a la cantautora mexicana Natalia Lafourcade, nos invita a luchar y a ser valientes, dispuestos a abrazar las nuevas experiencias que la vida nos ofrece.
Gota a gota, estas canciones cuentan las historias que conformarán el mar de las manifestaciones artísticas de toda una generación. Suenan familiares porque rescatan ritmos del pasado, pero son especiales porque combinan estilos de tradición con sonidos de modernidad, al mismo tiempo que incorporan narrativas propias del momento en que vivimos. Sus intérpretes son los trovadores de nuestra era. Así son algunas de las canciones de un nuevo folclore.
No solo nos gusta contar historias, sino también vivirlas.
Como las que contaban los abuelos, o la de esa gran novela que leíste; vivirlas es imaginarlas, sentirlas.
Porque contar buenas historias en cualquier medio creativo o corporativo es un arte que nos apasiona, te damos la bienvenida.
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