Decía el Marqués de Sade que la conversación, al igual que ciertas partes de nuestra anatomía, funciona mejor cuando está lubricada, por lo que te gustará saber que existen técnicas para ayudarte a mantener conversaciones fluidas. ¿Y si existiera el manual de un buen conversador?
Lo cierto es que todos hemos estado en situaciones incómodas, como la de una primera cita, una cena de trabajo o un encuentro inesperado, en las que tuvimos que realizar un esfuerzo sobrehumano para evitar ese ¨cri, cri, cri¨ de los grillos con el que ha veces se ilustran las pausas forzadas.
En este blog hemos hablado de tácticas para persuadir y para ser un buen contador de historias que puedes usar como herramientas en tus conversaciones. Pero además, es importante que pienses en una conversación como en un baile, en el que existe un compás, una postura y unos pasos bien coreografiados. Este manual de cinco puntos está diseñado para hacerte brillar como tertuliano:
1. Escucha activamente y pregunta, pregunta y pregunta
La forma más fácil de enzarzar a cualquier persona en una charla es teniendo preparada una batería de preguntas sobre distintos temas, para que nunca te sientas acorralado en una conversación que no lleva a ninguna parte. En el manual de un buen conversador, la primera clave es escuchar activamente: muestra interés por los gustos, opiniones y experiencias de tu interlocutor, y luego realizar preguntas que se puedan contestar simplemente con un “sí” o con un “no”. Si tu compañero de diálogo prefiere contestar las preguntas sin devolverte el favor de cuestionarte a ti, no seas tímido y ofrece tu propio punto de vista sobre las mismas preguntas de forma voluntaria, de tal for ma que la conversación no se convierta en un interrogatorio unidireccional. Con un poco de suerte, tu contertulio se dará cuenta de que no está mostrando interés por ti, y corregirá su descuido.
2. Mantente informado
Además de darnos el placer de hablar por hablar, las conversaciones más interesantes nos aportan nuevos conocimientos, por lo que tu contertulio apreciará que estés informado de las últimas noticias y compartas tu perspectiva sobre una variedad de temas desde la política al entretenimiento. Este tipo de conversaciones no tienen que ser ni muy especializadas ni muy profundas para ser refrescantes e interesantes. Si percibes que tu interlocutor no es una persona informada, puedes delimitar la conversación a temas relacionados con su perfil laboral o personal, siempre que no realices preguntas demasiado indiscretas.
3. Usa la narrativa en tus conversaciones
No hace falta que te aprendas un guión de historietas para salir en la próxima edición de El Club de la Comedia, pero tus conversaciones más distendidas se beneficiarán de que tengas en mente anécdotas, chistes e historias divertidas o inquietantes que puedan conquistar emocionalmente a tu interlocutor. Las historias en las que puedas inyectar algo de tensión antes de plantear un desenlace siempre mantendrán la atención de tu contertulio y animarán la conversación. Te recuerdo que el arte de contar historias también se basa en un arco narrativo que puedes aprender y practicar, como hemos visto en otras entradas de este blog.
4. Proyecta confianza y positivismo
Nadie quiere escuchar a una persona que no para de quejarse, que está llena de sí misma o que simplemente se note a la legua que miente. En el baile de la conversación, tu interlocutor se sentirá más interesado en participar en la medida que seas generoso a la hora de escuchar de forma receptiva, seas honesto y humilde en tus comentarios, y evites las exageraciones, el chismorreo y el mal humor. Si vas a criticar o juzgar, hazlo de forma constructiva, y si vas a contar anécdotas o historias, hazlo de manera genuina, sin exagerar ni colgarte medallas. Cuanto más auténtico seas a la hora de abordar una conversación, generarás más confianza y más garantías tendrás de que sea de beneficio tanto para ti como para tus tertulianos.
5. Destaca por tu originalidad
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Excelente