Te dejan sin aliento en ese momento climático de la película. A veces son el fruto de una larga reflexión y adoptan el tono íntimo de una confesión o la revelación de un secreto. Las palabras nacen de gargantas ahogadas por la emoción, y surgen a borbotones, desnudas, vulnerables. Las pausas alcanzan un volumen ensordecedor. Nadie se atreve a interrumpir el silencio – hacerlo sería inaudito. Todos escuchan hasta el final, cuando irrumpen en aplausos o deciden fundirse en un abrazo.
En otras ocasiones, se dan en voz alta y firme ante una audiencia multitudinaria. Vienen embalados en pasión y tienen un efecto hipnótico. El público se siente motivado a cambiar o a actuar de forma diferente; el orador se transforma en líder, héroe. Son arengas que provocan indignación, rabia, valentía, revolución.
Los buenos discursos del cine son algunos de los momentos más inolvidables en nuestra memoria colectiva. Aunque existe variedad en su tono e intención, todos tienen la capacidad de emocionarnos y de recordarnos el poder mágico que tienen las palabras. Y para aquellos que tenemos que dar presentaciones o discursos frecuentemente, son un buen referente para perfeccionar el arte de la exposición, desde cómo organizamos los argumentos a cómo modulamos la voz. Te invito a que descubras la técnica detrás de estos brillantes discursos:
Adivina Quién Viene Esta Noche
En un momento de tensión racial en EE.UU. como el que vivimos, merece la pena recordar el emotivo discurso que Spencer Tracy da a la conclusión de “Guess Who’s Coming to Dinner” en defensa del matrimonio interracial. La película, ganadora de dos Oscar en 1967, fue estrenada apenas seis meses después de que el matrimonio entre personas de distinta raza fuera legalizado en todos los Estados del país. Tracy hace un uso magistral de las pausas en su exposición, y su razonado argumento culmina con las siguientes palabras:
“No hay nada, aboslutamente nada, que su hijo siente por mi hija que yo no sentí por (mi esposa) Christina. Viejo sí, agotado ciertamente, pero puedo deciros que los recuerdos siguen presentes: claros, intactos, indestructibles. Y seguirán vivos si llego a cumplir 110 años. John se equivocó en dar tanta importancia a lo que Christina y yo pensáramos, porque en el análisis final no importa nada lo que pensemos: lo único que importa es lo que ellos sienten, y cuánto sienten el uno por el otro, y si es la mitad de lo que nosotros sentimos, es más que suficiente.”
Cuando Un Hombre Ama a Una Mujer
No es fácil encontrar buenos discursos de mujeres en el cine de Hollywood, pero estas emocionantes palabras de Meg Ryan en la infravalorada “When a Man Loves a Woman” (1994) son ejemplo de cómo se puede ser vulnerable y fuerte a la vez. La batalla de esta mujer contra el alcoholismo es una cuesta hacia arriba que nos conmueve hasta las lágrimas.
“Mi punto más bajo fue hace 184 días, cuando mi hija pequeña vio cómo tomaba aspirina con vodka, y después la pegué. Y cuando perdí el sentido, estaba sola conmigo y pensó que había muerto. En toda mi vida nunca sabré lo que ese momento significó para ella, y sé que tengo que perdonarme a mí misma por ello.”
Cambiamos de registro para recordar el discurso final del actor David Wenham en la película 300 (2007). Wenham encarna a Dilios, un soldado espartano que recuerda el sacrificio del Emperador Leónidas y sus 300 hombres para inspirar a los griegos en la histórica Batalla de Platea contra los persas. El discurso es realmente un grito de guerra, desgarrador y apasionado.
“Ahí están los bárbaros desalmados, con el corazón encogido y tembloroso el pulso, aterrorizados, pues son conscientes del despiadado y brutal horror que sufrieron frente a las espadas y lanzas de los 300. ¡Y ahora, desde el otro lado de la llanura, contemplan a 10.000 espartanos a la cabeza de 30.000 griegos libres!”
El Señor Smith Va a Washington
¿Puede un discurso remover conciencias? Jimmy Stewart, en un discurso tan convincente como desesperado, logra arrancar la confesión de los corruptos en “Mr. Smith Goes to Washington” de 1937. Una maravillosa película donde se esgrimen palabras para que triunfe la verdad.
“Sólo levántense, eso es todo lo que les pido. Suban hasta dónde está esa señora en la cúpula de este Capitolio – esa señora que significa libertad. Miren a este país a través de sus ojos si realmente desean ver algo y no verán solo paisajes. Verán todo el desfile de lo que el hombre ha logrado después de siglos de lucha tras lucha por conseguir algo mejor que la ley de la selva, la lucha por erguirse sobre dos pies, libre y decente, como fue creado, sin importar su raza, color o credo. Eso es lo todo lo que verán. No hay lugar ahí para chanchullos o codicias o mentiras o compromiso con las libertades humanas. (….) Los grandes principios no se pierden una vez que han visto la luz. Están aquí mismo. Sólo tienen que verlos.”
Y completamos el listado con otro conmovedor discurso político, el de Charlie Chaplin en “The Great Dictator” de 1940. La película, una controvertida crítica al nazismo en aquella época, culmina con un visionario discurso contra el antisemitismo y las dictaduras.
“¡Soldados! ¡No os entreguéis a esos bestias, que os desprecian, que os esclavizan, que gobiernan vuestras vidas; diciéndoos qué hacer, qué pensar o qué sentir! Que os obligan a hacer la instrucción, que os mal alimentan, que os tratan como a ganado y os utilizan como carne de cañón. ¡No os entreguéis a esos hombres desnaturalizados, a esos hombres-máquina con inteligencia y corazones de máquina! ¡Vosotros no sois máquinas! ¡Sois hombres! ¡Con el amor de la humanidad en vuestros corazones! ¡No odiéis! ¡Solo aquellos que no son amados odian, los que no son amados y los desnaturalizados!”
Espero que estos discursos te hayan inspirado, y esperamos que compartas con nosotros tus favoritos.
2 Comentarios
¡Me encantan los ejemplos aquí ilustrados! Justo hace unas semanas vi un especial sobre la vida de Spencer Tracy narrado por Katharine Hepburn y ahí pusieron el clip de este mismo discurso. Para mí, uno de mis discursos favoritos es el de Verónica Franco (personaje) en la película «Dangerous Beauty». Encontré este clip en YouTube que tiene subtítulos en español:
https://youtu.be/5iDvGKbJous
Para mí es un discurso de fuerza femenina, de crítica a la hipocresía social, y de defensa al derecho de amar y desear en un mundo material.
¡Felicidades por este excelente blog!
Gracias Catalina. ¡Excelente elección!