Si eres un pequeño empresario, es muy probable que el marketing por Internet no sea una de tus prioridades, sobre todo cuando estás en la fase de arranque de tu negocio. Tal vez te hayas dejado convencer sobre la importancia de revestir a tu empresa de personalidad con el desarrollo de una identidad. Pero es probable que aún no estés dispuesto a invertir tiempo ni recursos en el desarrollo de contenidos que vayan mucho más allá del típico vídeo o panfleto corporativo que describe la visión de tu empresa y la oferta de tus productos o servicios.
Porque, a fin de cuentas, ¿qué importa cuántas personas visiten tu blog o tu página web si esos amigos virtuales no se convierten en clientes? La medida del éxito de cualquier esfuerzo de marketing en la web se reduce precisamente a ese factor de “conversión” que logra transforma al “mirón” de tus contenidos en comprador y cliente. Y para lograr dar ese paso, el contenido tiene que emocionar al cliente para incitarlo a comprar.
Pero ¿y si te dijera que puedes aventurarte a desarrollar algunos de estos contenidos de forma selectiva, con una mínima inversión en tiempo y recursos? Según indica un estudio reciente de Vidyard, más del 70% de los expertos en marketing encuestados afirmó que el vídeo online produce más conversiones que cualquier otro tipo de contenido. En Estados Unidos, el 73% de los adultos son más propensos a comprar un producto tras haber visto un vídeo. Otro estudio reciente publicado por la red de agencias ZenithOptimedia señala que la inversión publicitaria global crecerá un 4,4% en 2015, impulsada principalmente por el vídeo en la web.
Estas son buenas noticias para pequeños empresarios como tú que, esgrimiendo tan solo un teléfono celular, puede crear vídeos de alta calidad y distribuirlos en plataformas gratuitas como Instagram, YouTube o Vimeo. Pero ten cuidado de producir un vídeo casposo y aburrido: recuerda que tienes que conectar emocionalmente con tu cliente bien sea a través del humor, la originalidad, o la creación de sensaciones inherentes a tu personalidad como marca.
Por ejemplo, este breve vídeo de la barbería portuguesa The Barbershop, a ritmo de música rockabilly, pretende atraer una clientela de estilo alternativo con una sensibilidad retro. En tan sólo un minuto, sin narración, y con una producción muy simple, logramos conocer la personalidad y tipo de servicio del negocio:
¿Y qué mejor manera de conferir personalidad a tu publicidad que siendo tú mismo el protagonista de tu video? Mike Dubin, cofundador de Dollar Shave Club, una compañía que produce y envía por correo cuchillas de afeitar a bajo costo, logró 17,000 clientes en tan sólo una semana tras protagonizar este vídeo lleno de energía y buen humor:
En esta nueva era de la publicidad, en la que los teléfonos celulares no sólo se han convertido en plataformas de producción de vídeo sino que además son los nuevos “televisores” (el 35% de todas las reproducciones de vídeo ahora se hacen ahora desde estos dispositivos), no se puede desperdiciar la oportunidad de desarrollar una estrategia de marketing con vídeos. Lo más probable es que tu competencia aún no haya incursionado en este campo, por lo que partirás con ventaja.
Y recuerda: para que un vídeo gane tracción en medios sociales, no tiene que ser caro ni tener valores muy profesionales de producción, pero sí que debe tener algún elemento diferenciador que llame la atención de la audiencia y lo convierta en fenómeno viral. No tengas miedo a experimentar y haz pruebas: lo único que tienes que perder, si no lo intentas, son potenciales nuevos clientes.
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