¿Qué tienen en común la nostalgia y el sexo? No me digas que cualquier tiempo pasado fue mejor, porque el sexo, como el buen vino, debería mejorar con el tiempo (y si no, ¡tienes un problema gordo que es materia de otro foro!).
La nostalgia, como el sexo, vende, o si no que se lo pregunten a J.J. Abrams, el director de la séptima entrega de La Guerra de las Galaxias, que se estrenará en Estados Unidos y alrededor del mundo en diciembre de este año. Esta semana, millones de fans de la franquicia colapsaron los chats en estado de éxtasis tras ver un tráiler extendido de la película. El avance está lleno de guiños a elementos familiares del pasado: la silueta de la nave Star Destroyer enterrada en la arena de un planeta, la máscara de Darth Vader calcinada, la mano artificial de Luke Skywalker, o la imagen de Chewbacca junto a un Han Solo canoso diciendo “ya estamos en casa”. Ha pasado el tiempo – 30 años desde la acción de El Retorno del Jedi – pero el avance de El Despertar de la Fuerza rescata las imágenes y personajes que convirtieron a La Guerra de las Galaxias en serie de culto.
Evocar momentos vividos en el pasado para emocionarnos en el presente es una estrategia de éxito en las mejores historias del cine y la televisión. En los clásicos, Orson Wells lamenta la pérdida de su infancia en Ciudadano Kane, y Norma Desmond de Sunset Boulevard vive aferrada a un pasado que se esfumó. Más recientemente, Medianoche en París de Woody Allen nos encandiló con la historia de un escritor frustrado que imagina un viaje al París de 1920, donde se codea con Ernest Hemingway y Gertrude Stein. Los ecos nostálgicos del pasado no solamente forjan el mundo interior de estos personajes, sino que además nos seducen y conmueven como espectadores.
Para vender, la simple añoranza de emociones que vivimos en el pasado funciona, aunque no sean trama de la historia. Muchos nos emocionamos recordando nuestra propia infancia y adolescencia con Boyhood. Este próximo verano también veremos regresar a la gran pantalla secuelas de películas que nos dejaron huella como Mad Max o Mundo Jurásico. En televisión, arrasan series como Cuéntame como Pasó, la historia de una familia a lo largo de las décadas de los 70 y 80, o Mad Men, en su séptima y última temporada, que nos traslada al mundo de la publicidad de los años 60.
Y hablando de publicidad, tal vez sea este campo de la comunicación donde la nostalgia demuestra más claramente su poder de seducción. En Estados Unidos, BMW ha presentado su nuevo coche eléctrico, el BMWi3, recordándonos una época en la que nadie entendía lo que era el Internet y el correo electrónico. El anuncio lo protagonizan Katie Couric y Bryant Gumbel, dos famosos presentadores de la televisión norteamericana
Las chocolatinas Snickers también quieren conquistarte a golpe de recuerdos, y su último anuncio televisivo rescata de las hemerotecas a La Tribu de los Brady, una de las series más queridas de los 70 en Estados Unidos. El resultado es un montaje divertido de la serie original con actores populares de hoy como Steve Buscemi.
En la era de Instagram, las marcas también están sacando partido de los efectos vintage que empañan de nostalgia las fotos y vídeos que circulan en redes sociales. La nueva campaña de Tiffany & Co., por ejemplo, usa fotos emblemáticas en blanco y negro de Nueva York para promover en Instagram su nuevo reloj para hombres. Y algunas de las marcas más populares en la red social, como Nike y National Geographic con más de 10 millones de seguidores, usan a menudo las patinas de antaño para engancharnos con sus imágenes y productos.
En todas las ramas de la comunicación y las artes, la nostalgia por lo retro sigue siendo muy cool. Y tú, ¿con qué película, anuncio o serie te has emocionado al recordar?
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