Canciones Que Encierran Historias

Por 13/05/2024 Comunicación, Música
Europa se ha rendido ante Nemo Mettler y su “The Code”, una canción triunfadora que representó a Suiza en el festival de Eurovisión este año. Si escuchas la canción en la radio o ves el video del tema ganador es posible que solo repares en lo estrambótico de la vestimenta de Mettler, o en lo pegadizo del tema con su coro de ¨oh, oh, ohs¨ que hoy entona media Europa.

Sin embargo, si escuchas la letra con detenimiento e interpretas la simbología del video, te darás cuenta que esta canción encierra una historia. Es la propia historia de Mettler, que tras años de búsqueda hoy se identifica como ¨no binario¨. La canción es un himno de aceptación y triunfo para aquellas personas que ¨rompen el código¨ y no se sienten ni hombre ni mujer, y entienden el género como algo mucho más diverso.

Esta historia es mi verdad.
Yo fui al infierno y regresé
Para encontrarme en el camino
rompí el código
Oh, oh, oh
Como amonitas
solo le di algo de tiempo
Ahora encontré el paraíso
rompí el código
Oh, oh, oh

Las canciones son poderosos vehículos para contar historias. Su capacidad de crear conexiones emocionales con el público (y a veces entre los propios cantantes) las convierten en el embalaje perfecto para recordar momentos, celebrar logros e incluso reivindicar derechos. “The Code” nos recuerda que muchas personas no encajan en los moldes tradicionales de género, y que las personas ¨no binarias¨ son visibles y merecen respeto en la sociedad.
Otros ejemplos de canciones que encierran historias y que marcaron momentos significativos incluyen a “We Shall Overcome», que se convirtió en un himno del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos en la década de 1960; «La Bamba», que se transformó en un símbolo de la identidad chicana y la integración cultural en Estados Unidos en los años 60; o «Imagine» de John Lennon, un tema que se ha convertido en un himno para la paz y la fraternidad mundial.

Imagina que no hay países
no es difícil de hacer
Nada por lo que matar o morir
Y sin religión también.
Imagina toda la gente
viviendo la vida en paz
Tú puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
Espero que algún día te nos unas
Y el mundo sea como uno

Pero no todas las canciones con historia son tan trascendentales; muchas de ellas simplemente nos conmueven con su mensaje. ¿Quién no recuerda clásicos como ¨Hotel California¨ de Los Eagles o ¨Piano Man¨ de Billy Joel? Los Eagles nos cuentan la historia surrealista de un viajero que llega a un misterioso hotel en California y se encuentra atrapado en él, como una posible alegoría al lado más oscuro del sueño americano (ej. adicciones y otros excesos). Joel, por su lado, nos cuenta la historia de un pianista que toca en un bar todas las noches y donde se encuentran varios personajes.

Beyoncé, en su último álbum de música country, ha reinterpretado ¨Jolene¨. un clásico de Dolly Parton en el que una mujer ruega a otra llamada Jolene que no se lleve a su hombre.

Jolene, Jolene, Jolene, Jolene
Te lo ruego, por favor no te lleves a mi hombre.
Jolene, Jolene, Jolene, Jolene
Por favor, no te lo lleves sólo porque puedes.
Tu belleza no tiene comparación
Con mechones llameantes de castaño rojizo
Con piel de marfil y ojos verde esmeralda.
Tu sonrisa es como un soplo de primavera.
Tu voz es suave como la lluvia de verano.
Y no puedo competir contigo, Jolene

¿Una Historia de 3 Minutos con Música?

Contar historias a través de canciones supone un conjunto de desafíos narrativos que son únicos a las características de estas composiciones musicales.
Por el lado más obvio, existe una limitación de tiempo. A diferencia de una novela o película, una canción tiene un tiempo aproximado de tres minutos para contar una historia completa. Esto requiere que el compositor sea conciso y efectivo en la narración de la historia en tiempo muy ajustado.
Además, la estructura lírica de una canción, que a menudo incluye estribillos repetitivos, puede dificultar la narración de una historia coherente y completa. Esta estructura, que suele seguir un patrón de verso, dificulta el flujo de la historia y el desarrollo de personajes complejos. Así, no es de extrañar que las canciones que encierran historias suelan tener más letra y eviten esos estribillos que rompen el hilo narrativo.
Cada vez son más los intérpretes de canciones con historia que usan la imaginería visual de videoclips o elementos audiovisuales en sus actuaciones para pintar imágenes vívidas en la mente del oyente, ya sea de forma literal o a través de metáforas. Mettler, en su videoclip, usa la imaginería visual de una persona cuya vestimenta cambia cuando se mueve de vagón a vagón en un tren, y en su actuación en Eurovisión se movió sobre un balancín, como alegoría a su lucha entre los géneros masculino y femenino.
En español, algunos de los ¨trovadores¨ más notables incluyen a Mikel Izal, cuyo último trabajo cuenta historias en cada canción, y que como álbum, encierra una historia en sí mismo. En sus propias palabras, ¨es un viaje que recorre un camino de descubrimiento personal que parte desde el Miedo para llegar al Paraíso. En ese trayecto hablo de las emociones que fui transitando y a las que todos nos vamos enfrentando a lo largo de nuestra vida. Hablo simplemente, del ser humano en todas sus formas. ¨
Una de esas emociones hecha canción, La Fe, comienza así:

Demasiadas veces siento
Que no estás ni se te espera
Por fortuna siempre vuelves
Me sorprendes con ideas nuevas
Tan callada, tan ligera
Nunca llamas a la puerta
Hasta que, un día, despierto
Y lo llena toda tu presencia

 

Las canciones que encierran historias, si bien suponen un reto para el compositor, son especialmente recordadas por un público que desea vibrar emocionalmente con sus letras. Son historias que se convierten además en pedazitos de Historia, como mi favorita: Un Ramito de Violetas de Cecilia. Esta bella canción cuenta la historia de una mujer casada que cada 9 de noviembre recibe flores de un desconocido.

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Decisiones que Dan Forma a Tus Historias

Por 07/05/2024 Cine & TV, Comunicación
A veces, la realidad supera a la ficción, como en El Caso Asunta y Bebé Reno, dos series de éxito basadas en acontecimientos reales. Lo inusitado de sus tramas y la complejidad psicológica de los personajes han conquistado a las audiencias de todo el mundo, subrayando las ventajas narrativas de ficcionalizar la realidad.
De hecho, la mayoría de los creadores de historias se inspiran en personas y situaciones reales para crear narrativas en la ficción. Tal vez hayas oído el consejo que se da a los escritores noveles de ¨escribir sobre lo que conoces¨, porque siempre se sentirán más auténticas las narrativas que hayas vivido, bien sea por los detalles que des en las descripciones de una escena, o en la profunda dimensión con la que esboces tus personajes.
No siempre es obvio identificar esos momentos con potencial narrativo, pero en general son aquellos en los que algo ocurrió y ganamos una nueva perspectiva sobre alguien o sobre nosotros mismos. También son momentos que nos conducen a aprender algo nuevo y que marcaron, o incluso cambiaron, el curso de nuestras vidas.

Momentos que Originan Historias

Entonces, ¿cómo podemos recordar esos momentos con potencial narrativo? Para identificarlos, el número de preguntas que podemos plantearnos es tan infinito como el número de historias que hemos vivido, pero en general son momentos de visión, superación, elevación o conexión:

¿Cuándo cambió algo en lo que creías?
¿En qué momento todo ganó claridad y enfoque?
¿Cuándo te diste cuenta de algo importante?
¿Cuándo sentiste una emoción fuera de lo habitual?
¿Cuándo ocurrió algo que te impactó?
¿Cuándo lograste hacer algo que nunca pensaste que lograrías?
¿Cuándo cambió tu relación con alguien?
¿Cuándo se reveló un secreto?
¿Cuándo tuviste que tomar una decisión difícil?
¿Cuándo hiciste algo excitante por primera vez y qué pasó?

Como un excelente ejemplo te invito a ver esta presentación al estilo TED de Ric Elias. Ric Elias tenía un asiento en primera fila en el avión que hizo un aterrizaje forzoso en el río Hudson en Nueva York en enero de 2009. Esta situación extrema, de la cual sobrevivió, le proporcionó la perspectiva de realizar algunos cambios importantes en su vida.

Es importante resaltar que no todas las historias tienen que ser de naturaleza épica, y pueden arrancar con situaciones tan mundanas como tener una cita con el dentista o marcar un número de teléfono erróneo. En todo caso, las historias suceden cuando las expectativas se encuentran con la realidad, y en ese desencuentro surge el aprendizaje, el descubrimiento o el cambio.

El Peso de las Decisiones

Las buenas narrativas tienen origen en esos momentos de cambio, pero son las decisiones que tomamos las que realmente dan forma a tus historias.
George Dawens Green, fundador de la organización de contadores de historias The Moth, lo expresa así:

Cada buena historia, estoy seguro, depende de una decisión. A veces habrá muchas decisiones a lo largo de una narrativa: retrocesos, dobleces, desviaciones, decisiones tomadas por otros personajes, tus respuestas a esas decisiones. Pero siempre, en el núcleo de la historia, habrá una decisión clave. En las historias más poderosas, la decisión será difícil. (…) Los buenos narradores pronto aprenden que lo que sucedió es de menos importancia: tu audiencia realmente quiere saber qué decidiste hacer sobre lo que sucedió.

Por ejemplo, en Bebé Reno, un hombre que se siente acosado por una mujer que le envía cientos de correos electrónicos cada día decide, inexplicablemente, aceptar su petición de amistad en Facebook. ¿Por qué una persona acosada tomaría una decisión así?
Es necesario ver el resto de la serie para entender la compleja psicología de este hombre, y las razones por las que cualquier situación puede tener muchas aristas. Lo previsible es que una persona acosada vaya inmediatamente a la policía y busque apartarse de la persona que lo acosa. Pero lo que hace esta historia interesante, como la vida misma, es que no siempre tomamos las decisiones más previsibles.

Personajes tan Humanos como Creíbles

No voy a desvelar aquí las razones por las que el protagonista de Bebé Reno se siente a la vez acosado y atraído hacia su acosadora, pero lo imprevisible de esta dualidad hace que la historia sea más interesante y gane en tensión narrativa.
Las personas no somos máquinas, y lejos de categorizarnos como ¨malas¨ o ¨buenas¨, somos seres que se mueven en un espectro, mucho más gris, condicionado por circunstancias, experiencias. personas y situaciones. Así, los personajes que más se parecen a nuestra humanidad son los caracteres más fascinantes en nuestras historias.
En particular, los momentos en que nos equivocamos, nos avergonzamos, o actuamos mal pueden ser nuestra oportunidad de aprender y crecer. Mike Birbiglia, uno de los anfitriones y contadores de historias de The Moth, lo expresa así:

Lo que he descubierto a lo largo de los años es que sabes que estás en el camino correcto para encontrar una historia si te hace sentir muy incómodo contarla. Si quieres renunciar de ella en muchas etapas, sabes que estás yendo en la dirección correcta.

Lo importante es no detenerse en esas decisiones erróneas que a veces dan forma a tus historias. Para dejar a tu audiencia satisfecha, usa esa premisa negativa como donante de un aprendizaje o una evolución.

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Triunfa con el Final de tu Historia

Por 30/04/2024 Comunicación
No importa lo inquietante que haya sido el arranque de una historia o lo efectiva que haya sido en crear tensión y suspense: si el final es insatisfactorio para la audiencia, la historia no funcionará.
En este blog ya hemos hablado de algunas técnicas para realizar cierres efectivos, pero es importante recordar que el cierre debe tener una relación clara con el resto de la historia. No por cerrar con una cita célebre o un llamado a la acción estamos automáticamente evitando que nuestro cierre sea confuso, frustrante, condescendiente o manipulativo.

Un Final Merecido

Según nos indica The Moth en su guía ¨Cómo Contar una Historia¨, un buen final nos hace sentir el poder de la historia y le da perspectiva. En este sentido, la historia es como una maratón en la que el carrerista va encontrando desafíos en el camino, y la conclusión, o la llega a la meta, es un reflejo de la superación de todos esos desafíos.
Así, los finales más satisfactorios encajan con la trama de la historia. Esto no quiere decir que los finales no puedan ser sorprendentes, pero sí que deben dar sentido a la narrativa que hemos construido.
En la historia de Ari Handel ¨No te enamores de tu mono¨, vemos cómo el final tiene una relación directa con el arranque de la historia:

¨No te enamores de tu mono¨, me avisó mi asesor, pero no lo escuché. Hay cosas que uno tiene que aprender por sí mismo.

Con este original punto de partida, Ari nos explica cómo su asesor académico le recomendó no conectar emocionalmente con Santiago, su mono de laboratorio. El final de la historia es sorprendente pero no, por ello, fuera de contexto:

¨Escribí una tesis, una tesis de 364 páginas llena de datos y gráficas, Pero la página con más significado para mí es la primera, que simplemente dice: ¨Dedicado a la memoria de Santiago¨.

Sin conocer la parte central de la historia, nos imaginamos cómo la trama describe escenas o situaciones en las que Ari resiste los encantos de Santiago, si bien al final caerá rendido ante su inteligencia, destreza o cariño. El final de la historia es memorable porque es irónico y tiene una relación directa, si bien opuesta, a la premisa del arranque.

Registra el Cambio

Así, el final de muchas historias deja constancia del cambio experimentado por los protagonistas desde el inicio. Puedes hacerlo de una manera sugerida, o más concreta, para especificar el cambio realizado.
Por ejemplo, David Lepelstat concluye su historia ¨Déjalo ir¨ reflexionando sobre el cambio que vivió:

¨Pasé de ser alguien que no podía ni siquiera admitir que estaba enamorado a pedir a una chica a que saliera conmigo al baile del colegio, con mi ukelele, a dar mi primer beso, y más importante que eso, a establecer una conexión realmente especial con alguien que me gustaba. Pensé una y otra vez: lo logré.¨

Como un gimnasta brillante que se clava en el suelo tras realizar una acrobacia, el cierre debe ser rotundo, y dejar a la audiencia inspirada, emocionada y satisfecha. Usa la última línea para dejar patente un cambio, dar sentido a la historia con una reflexión, o reflejar un logro o aprendizaje.
Si has contado una historia sobre cómo tu ultima relación hizo aguas, no cierres con una frase genérica y que pueda ser demasiado evidente, como ¨esta ha sido la historia de una ruptura¨. Conectarás emocionalmente con tu audiencia si el cierre es una reflexión más personal, detallada y con un aprendizaje que le da un giro positivo. Un cierre más efectivo sería éste:

¨Me hirió tanto que, tras la ruptura, no podía levantarme de la cama. Pero me enseñó que era posible volver a amar¨.

Imperfectos, Como la Vida Misma

Los mejores finales no son siempre perfectos, como lo eran los cuentos de nuestra niñez que terminaban con ¨y fueron felices y comieron perdices¨. Deben intentar responder a las preguntas que has levantado a lo largo de la historia, pero no por eso deben ser finales redondos, o con moraleja.
Recuerdo el dilema al que me enfrenté cuano escribí una historia titlulada “Alfileres de Colores” sobre un hombre que ve a una mujer fascinante al final de la barra de un bar, y que le evoca pensamientos sobre otras mujeres que ha conocido a lo largo de su vida. la historia arranca así:

«Eran las cinco de la tarde de un verano especialmente pegajoso. Él la observaba desde el otro extremo de la barra; reparó en ella cuando se quitó los zapatos de tacón alto de dos enérgicas patadas y se sentó sola, en ese bar anodino, reposando sus pies desnudos sobre las varillas de acero de la banqueta.»

Según avanzaba en el desarrollo de la historia, pensé en cerrarla con un final bastante idealizado: el hombre se enamoraría de esa mujer, como si el resto de las mujeres de su vida le hubieran conducido hasta conocer a la mujer de su vida. Pero me pareció un final previsible y poco satisfactorio para mi audiencia.
Conversé sobre mis dudas con mi profesor de narrativa y me sugirió darle un final inesperado pero que aún cuajara con la historia. ¿Y si esta mujer, en vez de ser real, fuera un fantasma que lo persigue, y que ensombrece todo lo que le enseñaron otras mujeres? Mi historia termina así:

Ante el horror de él, ella desplomó su peso sobre la barra, envuelta en un baño de sangre. Una sangre de color púrpura como la de aquella pelirroja que, a orillas del Guadalquivir, resbaló sobre una piedra y se abrió la cabeza de un golpe seco, con el crujido de una nuez. Tan solo unos minutos antes, los dos habían hecho el amor bajo las estrellas.

El nuevo final es inesperado y sorpresivo, pero satisface porque da un sentido a las reflexiones del protagonista a lo largo de la historia.
En conclusión, triunfa con el final de tu historia respondiendo a la pregunta central o conflicto de la trama, y anclándolo al cambio que los personajes han experimentado. Un final débil es previsible, demasiado perfecto, inconcluso, o moralista. Recuerda que el inicio y el final de tu historia tienen la misma importancia, y es recomendable definir estos dos puntos antes de construir la trama y la tensión narrativa de la parte central.

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Walt Whitman, Libertad y Autenticidad

Por 22/04/2024 Literatura
En el libro de citas ¨Habla Walt Whitman¨, la editora Brenda Wineapple selecciona algunos de los pensamientos más profundos del autor de «Hojas de Hierba».
Hacia el final de su vida en 1892, Whitman recibió casi a diario la visita de Horace Traubel, un joven escritor y activista social que transcribió más de cinco mil páginas del contenido de sus conversaciones.
Durante esos encuentros, Whitman compartió sus últimas reflexiones sobre la vida, la espiritualidad y la promesa de Estados Unidos como un país libre, igualitario y lleno de oportunidades. ¨Parece que estoy convirtiéndome en un viejo parlanchín — un hablador — un contador de historias¨, confesó Whitman a Traubel mientras discutían temas tan variados como la ciencia, la religión, la inmortalidad o el sexo.
Uno de los temas que centraría sus conversaciones fue el de la escritura y, en particular, las características que Whitman reconocía en su propia experiencia como escritor para ser un buen contador de historias. Estas bellas reflexiones parecen ser tan relevantes hoy como lo fueron para un Whitman que rompió moldes y fronteras narrativas en el siglo XIX.

Cuatro Consejos de Whitman para Escritores

Algunas de las citas que ha seleccionado Wineapple en su libro ponen de relieve la libertad y autenticidad que consagraron a Walt Whitman como modelo de los valores democráticos.
Sé auténtico. Whitman abogaba por la autenticidad en la escritura. Instaba a los escritores a expresar sus verdaderos pensamientos y emociones, sin miedo a la censura o la crítica.

“No parezco tener ningún consejo que dar, excepto tal vez este: ¡Sé natural, sé natural, sé natural! … Casi cualquier escritor que esté dispuesto a ser él mismo logrará algo, porque todos logramos algo, más o menos lo mismo, en lo más profundo. El problema principalmente es que los escritores se convierten en escritores y dejan de ser hombres: los escritores reflejan a los escritores, los escritores vuelven a reflejar a los escritores, hasta que el hombre se desgasta, se desgasta por completo.»

En «Hojas de Hierba», Whitman utiliza un estilo poético innovador y personal, caracterizado por usar una voz directa, íntima y expansiva al mismo tiempo.

«¡Oh, yo sé muy bien que no soy un poeta sublime y que no produzco jamás poemas sublimes! Lo que hago es una obra del hombre común y corriente; obra de todos, pero al mismo tiempo obra mía; ninguna otra persona se acerca siquiera a mi clase de trabajo y, por lo tanto, yo soy mi único rival.»

Exprésate con libertad. Whitman recomendaba liberarse de tapujos y crear de forma espontánea y libre.

«El secreto de todo esto es escribir a borbotones, con el latido, la inundación del momento, poner las cosas por escrito sin deliberación, sin preocuparse por su estilo, sin esperar un momento o lugar adecuado. Siempre trabajé de esa manera. Usaba el primer trozo de papel, el primer rincón, el primer escritorio, y escribía, escribía, escribía… Quieres atrapar tu espíritu libre, registrar su nacimiento, escribiendo en el instante en que se captura el latido mismo de la vida.»

El estilo poético de Whitman, con su verso libre y su enfoque en lo ordinario, desafiaba las convenciones literarias de su época. Recomendaba a los escritores que se liberaran de las reglas preestablecidas y exploraran nuevas formas de expresión.

¨La sorpresa para mí (como escritor) es cuánto se sugiere espontáneamente, algo que un hombre nunca podría haber planeado. Me siento a escribir: una idea aparentemente simple saca a la luz una docena de otras: así crece mi trabajo. Un escritor no puede hacer nada más necesario y satisfactorio para los hombres que simplemente revelarles las infinitas posibilidades de sus propias almas.¨

Trabaja a tu propio ritmo. Whitman trabajó en su poesía durante décadas antes de alcanzar el reconocimiento. Recomendaba a los escritores que fueran pacientes y perseverantes en su oficio, y que no se desanimaran por los obstáculos en el camino hacia el éxito.

¨Cada hombre tiene que aprender su propio mejor método: mi método es ir despacio, extra despacio. Todo gran trabajo es un trabajo cauteloso, se realiza con un ojo en todos los horizontes del espíritu: en ausencia de esa gravedad nos convertimos en aficionados, las grandes cosas no se dicen, no se hacen.¨

Observa el mundo que te rodea. Whitman era un observador apasionado de la vida cotidiana y de la naturaleza. Animaba a los escritores a estar atentos a su entorno y a encontrar belleza en las cosas simples.

“En todo trabajo imaginativo, todo trabajo poético puro, debe haber especialmente una cualidad primordial, no mencionable, nombrable, describible, pero siempre sentida cuando está presente: el arrojo directo de la naturaleza, que separa los caminos entre la expresión formal, convencional, prestada y el fervor del espíritu genuino.”

La obra de Walt Whitman es un reflejo de libertad, autenticidad  y la capacidad del individuo para encontrar significado y belleza en el mundo que lo rodea. A través de sus versos, Whitman invita al lector a contemplar la vida desde una perspectiva más amplia y a conectarse con su propio sentido de asombro y admiración por el universo.

“Los escritores escriben por ejercicio: determinan lo que deben escribir, por lo tanto lo hacen. Nunca pensarían en escribir como los árboles despliegan su verdor, como los hombres se enamoran, por necesidad, porque no hay otra cosa que hacer.”

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Cómo Estructurar una Presentación al Estilo TED

Por 17/04/2024 Comunicación
Una persona sube al escenario, sin más refugio que la fuerza de su palabra. A medida que evoluciona su discurso, la audiencia se informa, pero además se divierte, se sorprende, se emociona. Al final de la presentación, el público siente que el mensaje central de la presentación ha calado especialmente por la destreza del orador en presentar de forma tan conmovedora y persuasiva.
Así es el patrón habitual de los TED Talks, esas presentaciones envolventes que no usan ni powerpoints ni estrados para contarnos una historia de forma cercana, persuasiva y original.
En este blog ya hemos explorado cómo se originaron este tipo de presentaciones, y porqué el formato ha sido adoptado por muchas universidades, centros académicos y empresas. Pero, ¿cómo puedes estructurar una presentación al estilo TED para que haga vibrar a tu público?

Una presentación no siempre es sinónimo de historia

En estas páginas también hemos estudiado la estructura y las características de una buena historia, pero es necesario puntualizar que no todas las presentaciones al estilo TED son historias. La mayoría incluyen historias a lo largo de su estructura pero, como hacían los oradores de la Antigua Grecia, estas historias no suelen ser un fin en sí mismo, sino el punto de apoyo para esgrimir argumentos más amplios y profundos.
La historia, así, se convierte en una herramienta más de la oratoria persuasiva, como referencia ilustrativa. En palabras del académico Marshall Ganz de Harvard University, estas presentaciones parten de lo particular (una historia, por ejemplo) para inferir ideas o lecciones más universales y llamarnos a la acción.

Cinco segmentos de una presentación al estilo TED

Entonces, ¿cómo puedes estructurar una presentación al estilo TED? Las buenas noticias son que el formato, que originalmente era de 18 minutos, se ha comprimido en el mundo corporativo a unos cinco a siete minutos, lo que facilita el desarrollo de la narrativa (mantener la atención del público por 18 minutos es mucho más exigente).
Como incluso una presentación más breve puede resultar aburrida, te recomiendo usar esta estructura a la hora de abordar tu próxima presentación al estilo TED.
1. ¿Cuál es el problema? Usa la cita de una persona célebre, un dato sorprendente, una pregunta impactante o una historia para abrir tu presentación con fuerza. Una vez que has logrado enganchar al público con tu arranque, sé selectivo con la información que uses para describir el problema o desafío que tu presentación pretende abordar (no des información de más que no sea pertinente a tus argumentos, ni tampoco seas tan escueto que la audiencia sienta que falta contexto). En otras palabras, sorprende con tu planteamiento y no dediques más de 30 segundos a brindar el contexto de tu presentación.
2. ¿Por qué actuamos? Explica el detonante que puso en marcha la búsqueda de una solución. Este segmento, que puedes considerar como de transición, es la premisa dramática que creará tensión narrativa en tu presentación. Es ese punto de inflexión en tu presentación en la que, después de describir el contexto, dices ¨pero un día algo distinto ocurrió¨. Intenta explicar aquí la razón por la que ese contexto cambió y se empezó a buscar una solución.
3. ¿Cuál es la solución? En este segmento, el más extenso de tu presentación, describirás tu propuesta para solucionar el problema o desafío. Para no extenderte demasiado, recomiendo que uses la regla de tres, y abordes tres soluciones o tres ángulos de la solución al problema, enfocándote en lo más importante o prioritario. Puedes contarlo como una historia para crear tensión (Por ejemplo, ¨primero probamos esto¨, ¨luego abordamos aquello¨ y, ¨al final hicimos esto¨).
4. ¿Cuáles fueron los resultados? Resalta los beneficios de tu propuesta: ¿generaste resultados tangibles con tus soluciones? ¿Hubo algún resultado inesperado? Este es el momento de resaltar los procesos, medidas y alianzas innovadoras que nos brindaron resultados, tanto los positivos, como los negativos o inesperados.
5. ¿Existen lecciones aprendidas o siguientes pasos? Pon en valor tu propuesta resaltando, por ejemplo, su escalabilidad o replicabilidad. En caso de que aun no tengas una resolución clara, describe los siguientes pasos a realizar. Y recuerda prestar atención a tu cierre, para que sea tan potente como tu arranque. Aquí puedes aprovechar para cerrar una historia cuyo inicio contaste al principio o simplemente para hacer un llamado a la acción o síntesis de tu punto principal. ¿Con qué idea quieres que se quede tu audiencia?

No todas las presentaciones son iguales

Esta propuesta sobre cómo estructurar una presentación al estilo TED no es una fórmula universal. Sí que es especialmente relevante, sin embargo, para presentaciones en el ámbito corporativo que presenten una iniciativa, un proyecto o un producto. Sea cual sea la estructura que decidas seguir, ten siempre presente las necesidades e inquietudes de tu audiencia, y nunca des una presentación que tú mismo no quisieras escuchar.
Siguiendo un croquis como éste, podrás esbozar un guión y comenzar a practicar tu presentación. Ten en cuenta que es tan importe lo que dices como la forma en lo que lo estás diciendo, por lo que no dejes de practicar tu presentación un mínimo de siete veces con la ayuda de un espejo o una persona de confianza. Gestiona el uso de pausas para crear suspense, y si te viene de forma natural, no dudes en usar tu sentido del humor.
Articula tu presentación con un hilo narrativo como éste y ensaya hasta que sientas que dominas la presentación. Así, es muy probable que tu público te premie con el aplauso.

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Six Techniques for Creating Suspense

Por 08/04/2024 Cine & TV, Comunicación
I’m hooked on Criminal Record (2024), a British series on Apple TV+ that pits two detectives against each other over an old homicide.
The young detective played by Cush Jumbo opens a new line of inquiry into an old murder case upon receiving new information through an anonymous phone call. Her investigations will thrust her into a titanic struggle with the veteran detective who originally handled the case, masterfully portrayed by actor Peter Capaldi.
Like many good thrillers, Criminal Record is captivating for its ability to create suspense. This term refers to the emotional anticipation felt by the audience regarding future events in the story. It’s the feeling of uncertainty about what might happen and the desire to discover how the plot will be resolved.

Suspense versus Narrative Tension

Suspense is also a powerful tool for creating narrative tension in a story. Suspense and narrative tension may seem synonymous, but the latter encompasses a broader range of situations that, in addition to creating emotional anticipation, include the sensation of conflict or pressure that moves a story forward.
Narrative tension can manifest, for example, in situations of physical or emotional danger for the characters, in conflicts between characters, or in moments of high emotional intensity.

Formulas to Keep Us on the Edge of Our Seats

So, how can we create suspense that keeps our audience guessing what happens next? These six techniques are proven formulas for creating that sense of anticipation:
1. Pose unanswered questions from the start. Introduce questions or enigmatic situations from the beginning of the story that arouse the audience’s curiosity and incite them to follow the story to get answers. For example, you can start your story with an intriguing sentence, a puzzling situation, or an unresolved mystery.
Criminal Record starts with a phone call to the police from an anonymous woman, revealing that her abusive boyfriend boasts of having murdered another woman in the past. While the boyfriend remains free, an innocent man was sentenced to 24 years in prison for the murder.
2. Reveal information gradually. Instead of providing all the information at once, reveal important details gradually throughout the story so that the audience is always left wanting more. The key is to balance suspense with audience satisfaction, providing enough clues to maintain their interest without revealing the plot secrets too soon.
In Criminal Record, for example, the young detective gradually uncovers clues that make her believe there were irregularities in the murder case. For instance, she will discover that the incarcerated man was coerced into confessing to the murder, or that the mysterious woman making the call at the beginning is named Carla.
3. Incorporate unexpected plot twists. Introduce shocking twists or revelations that surprise the reader and change the course of the story. This breaks with pre-established expectations and adds a new level of suspense to the plot. However, ensure that the twists are consistent with the narrative and do not seem forced or unrealistic.
In Criminal Record, the police receive a second call from the woman, at a critical time when she´s being chased by her abuser. The young detective rushes to the building where the call originated, and although the woman has already been murdered, the detective manages to apprehend the killer. An analysis of the voices in the two calls will soon reveal that they were from two different women, and the cases were not interconnected.
4. Create dangerous or conflict situations. Introduce moments of emotional or physical tension that put the characters in danger or confront them with difficult challenges. This increases the feeling of suspense and makes the reader worry about the fate of the protagonists.
In Criminal Record, there are numerous tense encounters between the characters played by Jumbo and Capaldi. As the young detective approaches the truth, she will see how the old cop tries to corner her; for example, he will pull strings to investigate the young detective about her police ethics, or he will arrest the young detective’s 12-year-old son with a false accusation of drug possession. The tension between the two main characters becomes increasingly palpable as the story progresses.
5. Create complex and vulnerable characters. Develop characters with whom the audience can identify and care about their fate. By having the characters face difficult questions or challenges, the reader will feel more emotionally involved in the story.
As pressure mounts on the young detective in Criminal Record, we will see her scream, break down in tears and engage in arguments with her husband and her boss. The older cop will also show a vulnerable side when faced with his daughter’s drug addiction.
6. Use time as a narrative tool. Play with the temporal structure of the story to create anticipation and suspense. For example, you can use flashbacks to reveal important information at strategic moments, or have events unfold slowly in real-time to increase tension and uncertainty.
By narrating events in real-time, especially in high-tension situations, Criminal Record manages to increase the sense of urgency and keep the audience intrigued with the escalation of events.
By combining these techniques effectively, you will create great stories that keep your audience hooked and eager to discover what will happen next. As your narrative draws to a close, don’t forget to «kill the suspense» with a clarifying (and perhaps surprising) resolution that, if it doesn’t answer all the questions, may at least provides a relatively satisfying denouement for your audience.

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Seis Técnicas para Crear Suspense

Por 08/04/2024 Cine & TV, Comunicación
Estoy enganchado a Historial Delictivo (Criminal Record, 2024), una serie británica de Apple TV+ que enfrenta a dos policías alrededor de un antiguo homicidio.
La joven detective interpretada por Cush Jumbo abre una nueva línea de investigación a un caso cerrado al recibir nueva información a través de una llamada anónima. Sus indagaciones le precipitarán a un choque de titanes con el veterano detective que llevó el caso originalmente, encarnado magistralmente por el actor Peter Capaldi.
Como muchos buenos thrillers, Historial Delictivo es cautivador por su capacidad de crear suspense. Este término se refiere a la anticipación emocional que siente el lector o espectador ante eventos futuros en la historia. Es la sensación de incertidumbre sobre lo que pueda suceder y el deseo de descubrir cómo se resolverán las situaciones planteadas.

El suspense frente a la tensión narrativa

El suspense es, además, una poderosa herramienta para crear tensión narrativa en una historia.
Pudieran parecer sinónimos, pero la tensión narrativa abarca un abanico más amplio de situaciones que, además de crear anticipación emocional, incluye la sensación de conflicto o presión que se experimenta durante la narración.
Así, la tensión narrativa puede manifestarse, por ejemplo, en situaciones de peligro físico o emocional para los personajes, en conflictos entre personajes o en momentos de alta intensidad emocional.

Fórmulas para mantener al público al borde del asiento

Entonces, ¿cómo podemos crear esa sensación de suspense que mantiene en vilo a nuestra audiencia? Estas seis técnicas son fórmulas probadas para crear ese sentido de anticipación.
1. Plantea preguntas sin respuesta desde el principio. Introduce incógnitas o situaciones enigmáticas desde el comienzo de la historia que despierten la curiosidad de la audiencia y la inciten a seguir la historia para obtener respuestas. Por ejemplo, puedes empezar tu historia con una frase intrigante, una situación desconcertante o un misterio sin resolver.
Historial Delictivo arranca con una llamada telefónica a la policía de una mujer anónima, en la que revela que su novio maltratador se jacta de haber asesinado en el pasado a otra mujer. Mientras el maltratador sigue en la calle, un hombre inocente fue condenado a 24 años de cárcel por el asesinato.
2. Revela la información de forma gradual. En lugar de proporcionar toda la información de una vez, presenta los detalles importantes de manera dosificada a lo largo de la historia, de tal forma que la audiencia se quede siempre con ganas de saber más. La clave es equilibrar el suspense con la satisfacción de la audiencia, proporcionando suficientes pistas para mantener su interés sin revelar demasiado pronto los secretos de la trama.
En Historial Delictivo, por ejemplo, la joven detective va descubriendo pistas de forma gradual que le hacen pensar que hubo irregularidades en el caso cerrado. Por ejemplo, descubrirá que el encarcelado fue obligado a confesar el asesinato, o que la misteriosa mujer que hace la llamada al inicio se llama Carla.
3. Incorpora giros inesperados. Introduce giros o revelaciones impactantes que sorprendan al lector y cambien el curso de la historia. Esto rompe con las expectativas preestablecidas y añade un nuevo nivel de suspense a la trama. Sin embargo, asegúrate que los giros sean coherentes con la narrativa y no parezcan forzados o poco realistas.
En Historial Delictivo, la policía recibe una segunda llamada de la que parece ser la misma mujer del principio, en una situación crítica con su maltratador. La joven detective acude al edificio de donde procede la llamada y, aunque la mujer ya ha sido asesinada, logra detener al homicida. Un anáiisis posterior de las voces de las dos llamadas esclarecerá que se trataba de dos mujeres diferentes, y que los casos no estaban interrelacionados. ¡Falsa alarma!
4. Crea situaciones de peligro o conflicto. Introduce momentos de tensión emocional o física que pongan a los personajes en peligro o los enfrenten a desafíos difíciles. Esto aumenta la sensación de suspense y hace que el lector se preocupe por el destino de los protagonistas.
En Historial Delictivo hay numerosas situaciones de conflicto entre los personajes encarnados por Jumbo y Capaldi. La joven detective, a medida que se acerca a la verdad, verá cómo el viejo policía intenta arrinconarla; por ejemplo, moverá hilos para investigar a la joven sobre su ética policial, o detendrá al hijo de 12 años de la joven con una falsa acusación de posesión de drogas. La tensión entre los dos personajes principales es cada vez más palpable a medida que la historia avanza.
5. Crea personajes complejos y vulnerables. Desarrolla personajes con los que la audiencia pueda identificarse y preocuparse por su destino. Al hacer que los personajes enfrenten desafíos difíciles o peligrosos, el lector se sentirá más involucrado emocionalmente en la historia.
A medida que la presión se cierne sobre la joven detective de Historial Delictivo, veremos cómo en varias ocasiones se derrumba en llanto y estalla en discusiones con su marido. Por otro lado, veremos el lado más vulnerable del viejo policía ante la fragilidad de su hija, adicta a las drogas.
6. Utiliza el tiempo como herramienta narrativa. Juega con la estructura temporal de la historia para crear anticipación y suspense. Por ejemplo, puedes utilizar flashbacks para revelar información importante en momentos estratégicos, o hacer que los eventos se desarrollen lentamente en tiempo real para aumentar la tensión y la incertidumbre.
Al narrar los eventos en tiempo real, especialmente en situaciones de alta tensión, Historial Delictivo logra aumentar la sensación de urgencia y mantener a la audiencia prendida con el escalamiento de los acontecimientos.
Al combinar estas técnicas de manera efectiva, crearás una experiencia llena de suspense que mantenga a tu audiencia enganchada y ansiosa por descubrir qué sucederá a continuación en la historia. Y para poner punto final a tu narrativa, no olvides de ¨matar el suspense¨ con un desenlace esclarecedor (y por qué no, sorpresivo) que, si no despeja todas las preguntas, al menos sea relativamente satisfactorio para tu público.

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La Ética en la Creación de Historias

Por 01/04/2024 Comunicación, Literatura
Hace unos días terminé de leer Vagalume, una nostálgica novela de Julio Llamazares que he disfrutado por su acertada exploración de temas universales como la soledad, la amistad y la relación entre padres e hijos, pero también temas más particulares y afines a mí como el oficio y la necesidad de escribir.
En uno de los fragmentos más esclarecedores de la novela (porque Vagalume además de explorar esos temas también esconde un secreto que se nos revela al final), el protagonista descubre que un amigo escritor se ha inspirado en él para perfilar un personaje en una de sus obras, sin su conocimiento previo.
Esta misma situación la viví yo en el mundo real hace muchos años: una amiga mía publicó una novela en la que uno de los personajes secundarios estaba inspirado en mí, sin que yo lo supiera de antemano.
Es cierto que la aparición de ¨mi personaje¨ era muy breve y que apenas estaba perfilado, pero en el momento en que descubrí que había sido representado en la novela me sentí incómodo, como si alguien hubiera quebrantado mi confianza e intimidad.
En aquel momento, decidí no hablar sobre la situación con mi amiga por varias razones que no vale la pena deliberar aquí. Pero como escritor, este incidente me hizo preguntarme hasta qué punto un creador de historias tiene licencia narrativa para usar sin permiso personajes inspirados en personas. ¿Qué consideraciones éticas en la creación de historias debe considerar un escritor?

Aspectos Éticos Para Tomar en Cuenta

La ética en la creación de historias implica un compromiso con la honestidad, el respeto, la empatía y la responsabilidad tanto hacia los personajes ficticios como hacia aquellos que podrían ser afectados por las narrativas que se crean. Así, algunas de las consideraciones a las que prestar atención incluyen:
1. Consentimiento en la representación. Cuando sea posible, los creadores de narrativas deben buscar el consentimiento de las personas que podrían ser reconocibles en su obra, especialmente si se trata de eventos o detalles personales significativos. Un ejemplo de una obra literaria en la que no hubo consentimiento en la representación de una persona sería «El amante de Lady Chatterley» (1928), escrita por D.H. Lawrence. Esta novela erótica presenta una relación ilícita entre Constance Chatterley, una mujer de clase alta, y Oliver Mellors, el guardabosques de su esposo.
La novela está parcialmente inspirada en los propios conflictos emocionales y relaciones extramatrimoniales de Lawrence y su esposa, Frieda von Richthofen, sin que ésta diera permiso para ser representada. La novela, además, fue objeto de censura y prohibición debido a su contenido sexual explícito y su lenguaje vulgar. Se consideró obscena y pornográfica por las autoridades británicas, lo que llevó a que la obra fuera prohibida en el Reino Unido desde su publicación en 1928 hasta 1960.
2. Respeto por la propiedad intelectual. Los creadores de historias deben respetar los derechos de autor y evitar el plagio en todas sus formas. Esto implica dar crédito adecuado a las fuentes de inspiración y no utilizar el trabajo de otros sin permiso. Un ejemplo de infracción de derechos de autor es el caso de «El ladrón de orquídeas» (2002), escrito por Susan Orlean.
En 2004, el escritor John Laroche demandó a Susan Orlean y su editora, Random House, alegando que la obra infringía sus derechos de autor. Laroche afirmaba que Orlean había utilizado su vida, así como detalles específicos de sus actividades ilegales de recolección de orquídeas en los Everglades de Florida, como base para su libro sin obtener su consentimiento.
El tribunal falló a favor de John Laroche y ordenó a Susan Orlean y a Random House pagar una compensación por daños y perjuicios. El veredicto se basó en que Orlean había admitido públicamente en entrevistas que se había basado en la vida de Laroche para escribir su libro, lo que demostraba una clara conexión entre la obra y la vida personal de Laroche.
3. Evitar la explotación y los estereotipos. Los escritores deben ser conscientes de no explotar las experiencias o sufrimientos reales de personas para su propia ganancia o entretenimiento. Es importante tener empatía y tratar temas sensibles con sensibilidad y respeto. La representación de personas debe ser precisa y respetuosa, sin caer en estereotipos.
Por ejemplo, la novela de Kathryn Stockett «The Help» (2009) y su posterior adaptación cinematográfica fueron criticadas por su representación simplista de las mujeres afroamericanas en el contexto de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. La novela «American Dirt» (2020) de Jeanine Cummins es otro ejemplo que fue criticado por su representación superficial y estereotipada de la experiencia de los migrantes mexicanos.
4. Responsabilidad por las consecuencias. Los contadores de historias deben considerar cómo sus palabras y narrativas podrían impactar a su audiencia y a la sociedad en general. Esto incluye evaluar el potencial de incitar odio, promover prejuicios o contribuir a la desinformación.
En ejemplo relevante en este caso podría ser «Fifty Shades of Grey» (Cincuenta sombras de Grey) de E.L. James. Esta trilogía de novelas eróticas ha sido objeto de controversia debido a su representación de relaciones BDSM (bondage, disciplina, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo) y su impacto en la percepción del consentimiento y la intimidad en las relaciones románticas. Aunque la serie ha sido un gran éxito comercial y ha generado una gran base de fans, también ha sido criticada por algunos por promover representaciones poco realistas y saludables de las relaciones, así como por su retrato problemático del consentimiento sexual.
Respeto, responsabilidad y fiabilidad: estas son algunas de las claves para que la narrativa de historias responda a un abordaje ético, tanto para los creadores como para su audiencia.

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Entre el Documental y la Ficción

Por 26/03/2024 Cine & TV, Comunicación
Recientemente este blog exploró aquellas narrativas que se mueven entre lo que está ocurriendo en la historia y lo que es soñado o imaginado. A fin de cuentas, estas historias son siempre historias de ficción que se mueven o combinan los dos planos.
Hay otro tipo de historias, sin embargo, que literalmente combina elementos del mundo real con componentes ficticios. La docuficción, también conocida como «ficción documental» o «falso documental», es un género cinematográfico que combina elementos de la ficción con elementos del documental.
La reciente Origin de Ava DuVernay es un claro exponente de este género. En este caso, la historia está basada en la vida de la periodista y ganadora del Pulitzer Isabel Wilkerson, y en particular, cuenta el proceso de investigación periodística que siguió para escribir el libro Casta: el origen de lo que nos divide. Nombrado como uno de los diez mejores libros de no ficción de 2020 por Time, Casta es “una obra electrizante que replantea la injusticia y la inequidad en Estados Unidos como un sistema de castas”, y establece paralelismos con el sistema de castas de la India y la exterminación de los judíos en la Alemania nazi.
Si bien la historia de la película es fiel a la realidad, DuVernay recurrió a la magistral actriz Aunjanue Ellis para encarnar a Wilkerson. Pero lo que podría haber sido simplemente una película basada en hechos reales, se conviertió en docuficción al integrar técnicas propias del documentalismo, como entrevistas con personas reales, imágenes de archivo, narración en off, y otros recursos típicos del género.

Cinco Características de la Docuficción

Aunque las características específicas pueden variar de una película a otra, aquí hay algunas características comunes de las películas que se mueven entre el documental y la ficción:
1. Realismo. A pesar de la ficción de la historia, la docuficción busca crear una sensación de autenticidad y realismo. En Origin, por ejemplo, se logra a través de la actuación natural de los actores, la utilización de lugares y entornos reales en India y Alemania, y el uso de técnicas de filmación que imitan la apariencia de un documental genuino, como la filmación en 16 mm.
2. Interacción con el mundo real. En muchas docuficciones, los personajes ficticios interactúan con personas reales y entornos del mundo real, lo que puede generar reacciones auténticas y espontáneas por parte de aquellos que no son actores. En Origin, la actriz Aunjanue Ellis, en su rol como Wilkerson, entrevista a Suraj Yengde, uno de los intelectuales indios más reconocidos en el tema de las castas. Yengde, que nació en la casta de los parias o ¨intocables¨ y hoy es académico en Harvard University, se interpreta a sí mismo en la película.
3. Exploración de temas sociales o culturales. Al igual que los documentales, las docuficciones a menudo exploran temas relevantes de la sociedad o la cultura. The Act of Killing (2012), por ejemplo, examina los horrores del genocidio en Indonesia a través de la recreación de eventos reales por parte de los perpetradores. La película mezcla entrevistas con los responsables y escenas dramatizadas de los crímenes. La película de animación francesa Persépolis (2007) es otro ejemplo de docuficción que cuenta la historia de una niña iraní durante la Revolución Islámica y la guerra con Irak, explorando temas como la identidad, la política y la cultura.
4. Juego con la percepción del espectador.  La docuficción a menudo desafía la percepción del espectador al presentar una historia ficticia de manera convincente y realista. Los espectadores pueden llegar a pensar que están viendo un documental genuino, lo que puede generar confusión o reflexión sobre la naturaleza de la verdad y la representación en los medios de comunicación. The Blair Witch Project (1999), por ejemplo, es una película de terror ficticia que se presentó como un documental sobre un grupo de cineastas desaparecidos en un bosque mientras investigan una leyenda local. La película desafía la percepción del espectador al crear una atmósfera de realismo y suspenso.
5. Narrativa ficticia. Si Bien Origin estaba basado en hechos reales, muchas docuficciones presentan una historia ficticia o guionizada, con personajes, eventos y situaciones creadas por los cineastas. Borat (2006), por ejemplo, sigue al personaje ficticio de Borat Sagdiyev, un periodista kazajo interpretado por Sacha Baron Cohen, en un viaje por Estados Unidos. A través de encuentros con personas reales, la película crea una historia ficticia que se presenta como un documental genuino. Operation Avalanche (2016), por su lado, sigue a un grupo de agentes de la CIA que investigan a Stanley Kubrick y terminan involucrados en la misión de falsificar la llegada del hombre a la Luna. Aunque la historia es ficticia, la película utiliza imágenes de archivo y técnicas de documental para crear una sensación de autenticidad.
¿Y por qué conjugar estos dos mundos, en vez de producir una película estrictamente de ficción o un documental?  Como hemos visto en Origin, la sensación de realismo combinada con la conexión emocional a los actores hace que la experiencia sea más memorable y significativa. Esta fusión creativa ofrece oportunidades a cineastas como DuVernay para experimentar con diferentes estilos de narración y técnicas cinematográficas.

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El Balance entre Mostrar y Contar

Por 14/03/2024 Comunicación, Literatura
Si eres un contador de historias principiante, es posible que hayas escuchado el consejo ¨es mejor mostrar que contar¨.
La distinción entre mostrar y contar es una herramienta narrativa que los escritores utilizan para transmitir la historia de manera efectiva. Mostrar implica presentar escenas vívidas y detalladas que permiten al lector experimentar los eventos como si estuvieran sucediendo frente a ellos, mientras que contar invita a resumir o explicar los eventos de manera más directa, con más atención en la trama.
Como referencia, examinemos una misma historia desde los dos puntos de vista. Primero, veamos una historia más ¨mostrada¨ que contada:
El sol se filtraba a través de las cortinas, tiñendo la habitación con tonos dorados. El aire estaba lleno del aroma fresco de la mañana, y los pájaros cantaban alegremente afuera. María se despertó con un suspiro tranquilo, extendiendo los brazos y estirándose en la cama. Su mirada se posó en la fotografía enmarcada en la mesita de noche: una instantánea de ella y su abuelo, capturada en un día de verano hace muchos años. Recordaba la calidez del sol en su piel y la risa contagiosa de su abuelo mientras jugaban en el jardín.
Al levantarse de la cama, sus pies tocaron la alfombra suave y mullida. Caminó hacia la ventana y apartó las cortinas, dejando que la luz del sol inundara la habitación. Observó cómo las hojas de los árboles se mecían suavemente con la brisa matutina, y una sonrisa se dibujó en sus labios al recordar todas las aventuras que había vivido en ese jardín junto a su abuelo. Decidió que hoy sería un buen día para visitarlo.
En cambio, si nos enfocáramos simplemente en contar la historia, quedaría mucho más resumida:
María se despertó con un suspiro, estirándose perezosamente en la cama. Recordó la fotografía en la mesita de noche: ella y su abuelo, felices en el jardín.
Se levantó y caminó hacia la ventana, apartando las cortinas para dejar entrar la luz. Observó cómo las hojas de los árboles se movían con la brisa matutina. Sonrió al recordar las aventuras que había vivido en ese jardín junto a su abuelo y decidió que hoy sería un buen día para visitarlo.
Para mostrar, los escritores pueden apoyarse en el diálogo, las acciones o reacciones entre personajes, y la descripción de las escenas de la historia que facilitan que el lector pueda imaginárselas como si las estuviera viendo en una película o en una fotografía.
Por otro lado, contar supone hacer uso de información de contexto de lo que está aconteciendo en la historia, de explicaciones, comentarios o definiciones que clarifican la acción, o de describir pensamientos o emociones específicas de los personajes involucrados.
Entonces, ¿por qué se brinda ese consejo de favorecer el mostrar a los escritores noveles? Tal vez porque es el arte más difícil de desarrollar, y el que puede ayudar a crear más emoción a la historia. Pero en realidad, la cuestión de si un escritor debe mostrar más que contar es una cuestión de estilo y de preferencia personal.
Algunos optan por mostrar más para permitir que los lectores se sumerjan completamente en la historia y en los personajes, mientras que otros pueden preferir contar más para avanzar rápidamente en la trama o transmitir ideas y reflexiones de manera más directa.
Ejemplos de escritores famosos que son conocidos por mostrar más que contar en sus obras incluyen a Ernest Hemingway y Gabriel García Márquez. Hemingway es famoso por mostrar imágenes vívidas y detalladas en lugar de explicar directamente las emociones o los pensamientos de los personajes. Un ejemplo de esto se puede encontrar en su novela «El viejo y el mar», donde utiliza la descripción detallada del paisaje marino para transmitir el estado emocional del protagonista.
García Márquez, por su lado, es conocido por su realismo mágico, que a menudo muestra escenas surrealistas y fantásticas de manera vívida y detallada. En «Cien años de soledad», por ejemplo, utiliza la descripción detallada de eventos extraordinarios para explorar temas universales como el amor, la muerte y la soledad.
Y en el apartado de escritores que tienden a contar más que mostrar en sus obras se encuentra León Tolstoi, que en obras como ¨Guerra y paz¨ y ¨Anna Karenina¨ utiliza largas descripciones y reflexiones filosóficas para explorar temas como la moralidad, la sociedad y la condición humana.
Charles Dickens también es célebre por sus extensas narraciones en las que describe con detalle los entornos y las circunstancias sociales de sus historias, así como los pensamientos y emociones de personajes en libros como ¨Oliver Twist¨ y ¨Grandes Esperanzas¨.

Buscando el Punto de Equilibrio

Si bien la elección de mostrar o contar depende en gran medida del estilo individual del escritor, así como de los objetivos y la temática de la obra en cuestión, mi sugerencia es la de encontrar un balance entre los dos, de forma que no aburramos al lector con demasiados detalles o diálogos que no avanzan la historia, ni tampoco contemos la historia de una forma tan directa que no cree ningún suspense o emoción en nuestro lector.
Volviendo a la historia de María y su abuelo, ese equilibrio podría verse reflejado de esta forma:
María se despertó con un suspiro tranquilo, su habitación inundada por la suave luz matutina. Su vista se detuvo en una fotografía enmarcada en su mesita de noche que capturaba un momento especial: ella y su abuelo sonrientes posaban ante la cámara en el jardín de su infancia. Recordaba la sensación del sol cálido en su piel y la risa contagiosa de su abuelo mientras jugaban entre las flores.
María se levantó de la cama con determinación y caminó hacia la ventana, apartando las cortinas con un gesto suave. La brisa matutina acariciaba su rostro mientras observaba cómo las hojas de los árboles bailaban al ritmo del viento. El jardín que una vez fue su refugio estaba ahora desierto, pero cada rincón estaba impregnado de recuerdos compartidos con su abuelo. Decidió que hoy era el día perfecto para visitarlo.
En última instancia, lo más importante es que la narración sea efectiva y resuene con los lectores, independientemente de la cantidad de mostrar o contar que se utilice.

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